La hostelería y el comercio no solo siguen tirando del mercado laboral en la provincia de Alicante, sino que incluso han ido ganando terreno en los últimos años. Mientras, la industria manufacturera, pasados los peores años de la crisis, ha comenzado a remontar en cuanto a la creación de empleos. Tanto es así que, al cierre de 2017, las ocupaciones más contratadas fueron las de camareros asalariados, vendedoras en tiendas y almacenes -en femenino, porque siete de cada diez empleos están en manos de mujeres-, y peones de las industrias manufactureras. La situación es tal que, en estos momentos, uno de cada cinco contratados en la provincia era camarero o dependienta en un comercio. Así, al menos, se desprende del Informe del Mercado de Trabajo de la Provincia de Alicante, elaborado por el Servicio Público de Empleo Estatal, con datos de 2017.

De entrada, la ocupación de camarero concentró el 15,11% de las contrataciones en Alicante, y, en términos absolutos, registró 99.202 contratos, casi 6.000 más que un año antes. En cualquier caso, ese mismo informe corrobora que se trata de un sector muy marcado por la estacionalidad, hasta el extremo de que mientras en junio y julio, coincidiendo con la campaña estival, se superaron los 12.000 contratos, en enero ni siquiera se llegó a los 5.000. Una evolución mensual similar a la que se siguió entre las vendedoras en tiendas y almacenes, aunque en este caso la cifra total de contratos al cierre del año se quedó en algo menos de la mitad a la registrada entre los camareros, con 43.140 trabajos en total.

En la tercera posición, mientras tanto, se situaron los peones de las industrias manufactureras, con 40.521 contratos, unos 3.000 más que en 2016. Se trata, además, de un segmento éste en el que los hombres han ido ganando terreno hasta representar el 66,49%. En este caso, no obstante, la evolución mensual no presenta tantos picos como en el caso de la hostelería y el comercio. Así, si el mejor mes fue octubre, con 4.073 contrataciones, el peor se lo anotó febrero, con 2.796. Ahora bien, en el documento del Servicio Público de Empleo Estatal queda en evidencia que, si bien es cierto que el de zapatero y afines sigue estando en el top 20 de las ocupaciones con más contrataciones, es la única que registra un descenso respecto a un año antes, pasando de las 18.215 de 2016 a las 16.298 del ejercicio pasado.

Otros oficios vinculados al sector servicios, como la limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos; ayudantes de cocina; o cocineros asalariados también se mantienen entre los más contratados, igual que sucede con los peones agrícolas. En cuanto a las actividades vinculadas al ladrillo, albañiles y peones de la construcción de edificios -segmentos totalmente masculinizados, donde la mujer ni siquiera representa el 1%- se mantienen entre los trabajos más demandados, y, aunque han ido recuperando parte de los puestos perdidos en los últimos años, aún tienen un peso menor respecto a otras ocupaciones.

Desde CC OO, su secretaria general en l'Alacantí-Les Marines, Consuelo Navarro, pone el acento en que estos datos no hacen más que poner de manifiesto la foto del empleo que se crea en una provincia como Alicante, y que en nada ha cambiado desde hace años. Sí subraya el alto índice de rotación que presentan ocupaciones como la de los camareros, con un 2,20, o el de la industria manufacturera, con un 2,75, algo que, como añade, «es fruto de las características del sector turístico, sometido a determinadas campañas, sobre todo la veraniega, y a alguna festividad; y fruto de las características de la industria manufacturera, donde se observa el trabajo de campaña en sectores como el calzado o el agropecuario, que esconden una altísima temporalidad de las plantillas, muchas veces no ajustadas a los objetos de los contratos con relación a la producción». Paralelamente, Navarro llama la atención sobre un aspecto muy concreto: la segregación por sexo del mercado de trabajo en Alicante, donde, como comenta, las ocupaciones asociadas a la limpieza y venta estan feminizadas, y donde las condiciones de trabajo destacan que la brecha salarial empieza por las ocupaciones de los escalafones más bajos en las ocupaciones.

Su homóloga en UGT de l'Alacantí-La Marina, Yaissel Sánchez, por su parte, pone el acento en la necesidad de seguir apostando por la industria y, a modo de ejemplo, cita el calzado, un sector que, hoy por hoy, está buscando mano de obra específica y cualificada por la falta de relevo generacional. «Los servicios son el principal motor de esta provincia, y tira de otras actividades, pero es necesario seguir apostando por la industria, que era una actividad muy importante que ha ido perdiendo peso, salvo en sectores muy específicos, y que acaba generando un empleo más estable», señala. Y ello pese a que, como reconoce la dirigente de UGT, la industria tampoco está exenta de cierta temporalidad, sobre todo por las bajas laborales que sustituyen a las vacaciones y que suelen acompañar a los periodos con menor producción. Por ello, una vez más reivindica mecanismos de control contra la inestabilidad del mercado laboral y, en particular, contra la precariedad y la temporalidad, sobre todo tras la reforma de 2012. En cualquier caso, apunta que el reciente Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva firmado por patronales y sindicatos al menos invita en cierto modo al optimismo. De momento, el pacto incluye subidas salariales y retribuciones mínimas por convenio de 1.000 euros de aquí a 2020.