Un cambio en la hoja de ruta que había diseñado el anterior Gobierno, el del PP. El concurso público para volver a ceder a empresas privadas la explotación de las nueve autopistas de peaje rescatadas, entre ellas la Circunvalación de Alicante, estimado en unos 1.000 millones de euros, tendrá que esperar a 2019, según apuntan ahora desde el Ministerio de Fomento. Y todo ello pese a que en abril, cuando se rescató la Circunvalación de Alicante y el tramo de la AP-7 entre Cartagena y Vera, y el titular de Fomento era Íñigo de la Serna, lo que se planteaba era lanzar el concurso público en la segunda mitad de este año, para volver a privatizarlas y ceder de nuevo su explotación a empresas privadas.

Desde el Ministerio que ahora dirige el valenciano José Luis Ábalos justifican este aplazamiento en el hecho de que los pliegos no están listos aún, y el proceso de redacción es largo y complejo, por los informes y respuestas que se requieren de diferentes órganos y departamentos, lo que alarga «irremediablemente», según señalaron desde Fomento, la tramitación. Precisamente eso es lo que llevó a que, desde el nuevo departamento, incidieran en que cumplir con el plazo anunciado por De la Serna es simple y llanamente «imposible», según dijeron literalmente.

El proceso de licitación de las nueve autopistas que estaban en quiebra, entre ellas la Circunvalación de Alicante, forma parte del plan de rescate que diseñó y puso en marcha el anterior equipo de Fomento. Ese mismo plan es el que permitió que en la primera mitad de este año el Ministerio asumiera los viales, que en estos momentos gestiona y explota Seittsa, para sacarlos de nuevo a concurso a mediados de año con el fin último de que estuvieran adjudicados antes de cierre del ejercicio, algo que ahora se aplaza hasta el próximo año. De hecho, Fomento lo que hará ahora es prorrogar el convenio con Seittsa con el objetivo de que la sociedad pública pueda seguir gestionando estas autopistas tras la liquidación de las sociedades concesionarias que las explotaban anteriormente.

Lo que parece que no tiene claro el actual equipo de Fomento es qué montante total alcanzarán los ingresos que podrían obtenerse con la relicitación de las autopistas, y ello a pesar de que en su día el hoy exministro Íñigo de la Serna habló de que la cifra oscilaría entre los 700 y los 1.000 millones de euros y serviría para minimizar el impacto de la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA). De hecho, la intención del Ejecutivo socialista es analizar los estudios de viabilidad económico-financiera y, a partir de ahí, hacer una estimación de los ingresos que pueden derivarse de esa relicitación.

Sea como sea, desde el departamento de Ábalos pusieron el acento en que éste es un «caso heredado» y que lo que tienen que hacer es gestionarlo pensando en el «interés general», aunque todo está condicionado por las liquidaciones que marcaron los tribunales.

Entre los planes del anterior ministro de Fomento estaba sacar a licitación las nueve autopistas en dos bloques: por un lado, las de Madrid y su entorno, y, por otro, la Circunvalación de Alicante y la AP-7 entre Cartagena y Vera.

La Circunvalación de Alicante estaba gestionada por Ciralsa, firma concesionaria participada por ACS, Abertis y Globalvía, que quebró con una deuda de 251 millones de euros. Se trata de una autopista de 33,2 kilómetros de longitud que actualmente registra un tráfico de 4.621 vehículos al día. Junto a la de Cartagena-Vera, se convirtió en la única autopista en la que la fecha de su rescate por Fomento fue fijada por el juez que aprobó el plan de liquidación de su concesionaria, en concreto, en el mes de enero, cuando se fijó el rescate para el 1 de abril, tal y como ocurrió.