Podría haberse convertido en otro edificio fantasma. Uno más de los muchos que pueblan la geografía alicantina desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, la determinación de la administración concursal por mantenerla abierta y en funcionamiento, y la paciencia para esperar la llegada de la oferta adecuada están muy cerca de conseguir que el concurso de acreedores de la Villa Universitaria de San Vicente sea uno de los pocos que finaliza con final feliz.

Según informó ayer la consultora Veo Comunicación, que asesora todo el proceso, ya son dos los postores que han presentado ofertas en firme para quedarse con el complejo por encima del valor mínimo de liquidación que se había fijado -14,6 millones de euros-, lo que en principio debería garantizar su adjudicación. De hecho, una de ellas incluso alcanza los 19,7 millones de su valoración total.

Una buena noticia para los aproximadamente 40 trabajadores de la residencia estudiantil, que empiezan a ver la luz al final del túnel tras casi seis años de dificultades, desde que en diciembre de 2012 la propietaria del complejo -Consorcio Empresarial San Vicente Sur SA, del Grupo Santa Ana- entró en concurso por primera vez. La mercantil, por su parte, se dará por extinguida cuando finalice el proceso y, como es lógico, sus accionistas no verán ni un euro.

Plan de viabilidad

A las dos pujas recibidas podría sumarse alguna más, ya que el plazo no concluye hasta el sábado, pero, de momento, el administrador concursal ya ha empezado a analizar las dos ofertas presentadas. Además del importe, para la adjudicación definitiva se tendrán en cuenta el plan de viabilidad y de negocio que presente cada candidato, así como las posibles inversiones que pueda comprometer y, sobre todo, las garantías que se ofrezcan del mantenimiento de los puestos de trabajo. Hay que recordar que se trata de la segunda vez que la Villa Universitaria sale a subasta, después de que se declarara desierta la anterior convocatoria, cuando ninguna de las pujas llegó al precio mínimo de liquidación.

La Villa Universitaria de San Vicente es un complejo residencial con 400 habitaciones destinada a cubrir las necesidades de los estudiantes de la Universidad de Alicante, que se ubica frente al inmueble. Se inauguró en el año 2006 como uno de los proyectos estrella del hoy desaparecido Grupo Santa Ana, que lideraba el expresidente del Alicante CF Juan Antonio Iniesta, y que protagonizó uno de los ascensos más fulgurantes de la época del «boom» del ladrillo en la provincia. Una subida casi tan rápida como su caída.

Fue en diciembre de 2012 cuando la sociedad se vio obligada a solicitar el concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a los más de 24 millones de euros que debía al Sabadell, la Sareb y la Sociedad de Garantía Recíproca. Las entidades decidieron darle una segunda oportunidad y aceptaron refinanciar la deuda a cambio de que Iniesta encontrara un inversor dispuesto a meter dinero y rebajar esta deuda. No lo consiguió y en diciembre de 2015 la sociedad entró en liquidación por no cumplir con el convenio pactado.

Fue entonces cuando la administración concursal decidió contratar a la citada consultora y, tras poner orden en las cuentas, inició su proceso de subasta a través de una plataforma online. En este periodo, además, ha logrado que el volumen de negocio de la residencia se haya incrementado un 59%, tras cerrar el año pasado con una facturación de 3,18 millones.