Cultiva cítricos, tres variedades de limones, pomelos y hortalizas entre Callosa del Segura y Albatera. Coincide con Enrique Sánchez en la necesidad de incentivar la incorporación de jóvenes generaciones al campo. Y aunque, en este sentido, ve el futuro con incertidumbre cree que «no es imposible». En su explotación, ha apostado por la producción ecológica. Le queda un año para obtener la concesión. Y también se ha enganchado al «globalgap», una norma mundial de buenas prácticas agrícolas.