Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Precariedad sobre precariedad

Los trabajos con una duración de hasta siete días se han disparado en cuatro años en la provincia y representan ya el 25% de la contratación temporal, además de que casi la mitad son a tiempo parcial

Precariedad sobre precariedad

n «Ahora comienzo a trabajar en una tienda durante estos tres meses de verano». Lo dice ilusionado José, un joven alicantino de 21 años y estudiante de Economía que va a tener por primera vez un contrato de una duración superior a lo que estaba acostumbrado, que eran sólo fines de semana. Igualmente, Francisco, de 23 años, sabe bien lo que es trabajar en hostelería sábados y domingos con largas jornadas laborales. «A veces, estaba dado de alta dos horas, pero hacía horario completo. He tenido contratos de dos días, de uno y también he trabajado sin cotizar». Toda una variedad en modelos y jornadas laborales que experimentan muchos jóvenes en sus primeros contactos con el empleo.

Los casos de José y Francisco, que prefieren hablar con nombres ficticios para no ser identificados, no parecen aislados. De hecho, encajan en la radiografía de la evolución de la contratación de corta duración en la provincia. De enero a mayo de este año, los empleos que han tenido una duración menor o igual a siete días se han elevado a los 58.541. Un cifra que supone casi el 25% del total de la contratación temporal en ese periodo (234.766) y, además, el 22,02% del conjunto de todos los empleos creados en cinco meses en Alicante (265.834), según refleja un informe elaborado por UGT en l'Alacantí-La Marina.

Su secretaria territorial, Yaissel Sánchez, advierte de que «la contratación, en general, ha aumentado con la reactivación económica, pero la de corta duración arroja cifras demasiado elevadas en Alicante. En la evolución de los últimos años se aprecia que los trabajos de días y hasta de una semana se han disparado. Incluso, porcentualmente han crecido más que los de hasta tres meses, aunque no en términos absolutos».

Entre enero y mayo de 2014, en la provincia se realizaron 35.911 contratos de hasta una semana de duración. Sin embargo, cuatro años después han aumentado hasta los 58.541. Es decir, 22.630 más, que representan un aumento del 63%.

Mayor crecimiento

Los de hasta tres meses han superado este año los 123.260. Son 33.430 más que hace cuatro años. Sin embargo, la variación porcentual ha sido del 33,22%, sensiblemente inferior a la contratación de días. Y todavía un peso menor han tenido en el conjunto del empleo eventual creado este año en Alicante los trabajos con una duración superior a los tres meses y hasta seis, ya que se han realizado 25.030 formalizaciones, que sólo representan 7.409 más que hace cuatro años, aunque el incremento ha sido del 42%.

Para la dirigente de UGT, esta dinámica dentro de la contratación temporal «se ha disparado desde la aplicación de la reforma laboral de 2012, que precisamente se argumentó que se implantaba para acabar con la dualidad en el mercado laboral y para impulsar el empleo estable. Pero, como se aprecia bien en las estadísticas, lo que ha pasado es que ha aumentado la precariedad y la rotación en los puestos de trabajo».

Francisco, que ha estudiado Auxiliar de Enfermería y ahora hace un ciclo superior de Audiología Protésica, ha alternado sus estudios con «contratos de corta duración, fundamentalmente, en la hostelería, y los fines de semana». En los cinco años que lleva combinando su dedicación a la formación y al mundo laboral no sabe cuánto tiempo lleva cotizado. «He tenido unos 15 ó 20 contratos, porque también he trabajado sin estar dado de alta», indica.

Según explica, en su caso, «aunque creo que le pasa a muchos jóvenes, los trabajos suelen ser de dos días o de uno durante los fines de semana. También te emplean por dos o cuatro horas, pero, al final, haces una jornada completa o más. La verdad es que en hostelería suele haber horas extras voluntarias. Te las pagan, aunque no las cotizas», añade.

Ambas variables: contratos de poca duración y por horas configuran un cóctel que sólo hace que aumentar la precariedad dentro de la precariedad laboral. Y los últimos datos sobre contratación a tiempo parcial lo reflejan. Entre enero y mayo de 2014 los trabajos de hasta siete días con jornada parcial (normalmente cuatro horas) apenas superaron en la provincia los 17.100, que significan un 9,67% del total de la contratación temporal en ese periodo. Sin embargo, cuatro años después la cifra se ha elevado hasta los 27.397. Es decir, 10.294 más, que representan un incremento del 60,19%. Pero, además, suponen casi la mitad de todos los contratos de hasta una semana realizados en ese periodo.

Escenario de temporalidad

Todo ello, en un escenario en que los empleos temporales suponen más del 88,30% del total de los nuevos contratos creados entre enero y mayo de este año en Alicante. Un modelo que se ha ido arraigando en el mercado de trabajo provincial y que ofrece pocas perspectivas de futuro a los más jóvenes. Francisco volverá este verano a estar de camarero en un chiringuito. Aparcará, así, el empleo de los fines de semana para tener un horizonte laboral de tres meses consecutivos. Aunque sabe que le esperan largas jornadas de trabajo. Cuenta que en sus primeros contactos con el mundo laboral también tuvo un contrato que se presumía largo en el tiempo. Suponía «trabajar 48 horas, a media jornada.Pero era por las noches y tuve que dejarlo porque hacía más horas de las estipuladas. Además, lo alternaba con mis estudios y no podía compaginarlo». Muchas horas y poco salario.

Según comenta Francisco, su sueldo era de 500 euros al mes y, al final, no le compensaba. Ahora, cuando entre a trabajar en el chiringuito, espera tener unos ingresos para los gastos del día a día. «No sé lo que cobraré al final, dependerá de a cuánto paguen la hora y del tiempo que trabaje».

Más claro tiene José el salario que cobrará este verano por entrar a trabajar en un comercio durante unas horas. «Al final serán unos 350 euros al mes», calcula.

Este es un sueldo que se asocia con la jornada parcial, por horas o media jornada. Distintas denominaciones que implican un trabajo, a veces temporal o estable en el tiempo, pero no a jornada completa. Los jóvenes integran uno de los colectivos a los que más se contrata en estas condiciones. «Pero también se emplea a trabajadores en plena vida laboral. A padres de familia, pero sobre todo a mujeres en el sector de servicios, que al final tienen serias dificultades para llegar a fin de mes y entran a formar parte de la figura que ya se denomina "trabajadores pobres"», denuncia Yaissel Sánchez, de UGT. El modelo habitual de jornada parcial son cuatro horas de trabajo que vienen a representar una media de unos 400 euros mensuales.

Y las consecuencias de esta situación también quedan reflejadas en otros indicadores. La última Encuesta de Condiciones de Vida hecha pública el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejaba, entre otros datos, que un 11,5% de hogares de la Comunidad tiene dificultades para llegar a fin de mes y un 49,8% no puede afrontar gastos imprevistos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats