n La decisión de la mayoría de los juzgados de paralizar las ejecuciones hipotecarias -a la espera de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie sobre cómo actuar con determinadas cláusulas abusivas- ha llevado a las entidades a recurrir a los juicios ordinarios para exigir el pago de las cuotas hipotecarias atrasadas. En concreto, muchas de ellas han optado por presentar reclamaciones de cantidad, según explica la abogada Miriam García, un procedimiento normalmente más largo pero que, en las circunstacias actuales, garantiza a los bancos que puedan quedarse con la vivienda si el cliente no es capaz de abonar su deuda.
Y es que, mientras que en las ejecuciones hipotecarias los jueces pueden paralizar el proceso si entienden que el contrato incluía una cláusula abusiva, en este caso lo que hace el banco es reclamar una deuda y, una vez que el tribunal les da la razón y les recon0ce dicha deuda, simplemente tienen que reclamar la ejecución de la sentencia, que suele acabar con el embargo de los bienes del moroso.
En este sentido, cabe recordar que la paralización actual de las hipotecas se debe a la presentación de varias cuestiones ante el Tribunal de Justicia de la UE para saber de qué forma deben proceder los juzgados, una vez que el organismo europeo declaró abusiva la denominada cláusula de vencimiento anticipado. Esta cláusula es la que permite embargar el piso con un sólo impago, aunque lo normal es que las entidades esperen a que haya tres letras pendientes. El Tribunal consideró desproporcionada esta facilidad para quedarse con los pisos y señaló que debe existir una deuda considerable para aplicar una medida tan drástica, lo que obligó al Gobierno a cambiar la ley. Ahora el Tribunal debe pronunciarse sobre cómo se tramitan las ejecuciones que se han presentado hasta que se apruebe la nueva legislación.
