La transformación digital en las empresas y sectores o la economía circular -concepto que se interrelaciona con la sostenibilidad- son dos de los retos que más se vienen repitiendo en las distintas jornadas empresariales que se celebran a nivel estatal y provincial. Ambos forman parte de los desafíos derivados del modelo que vienen marcando las nuevas tecnologías de cara a que las empresas puedan ganar competitividad y productividad para no perder el tren de la innovación dentro un mundo globalizado.

En este sentido, tanto la digitalización como la economía circular ya forman parte de la agenda del recientemente creado Comité Estratégico de Innovación (CEI), un órgano consultivo de la Agencia Valenciana de Innovación (AVI) puesta en marcha por el Consell a finales del pasado año para «proponer soluciones a los grandes retos a los que se enfrentan las empresas de la Comunidad», según fuentes de la Agencia, cuya sede institucional se encuentra en Alicante y la operativa en València.

Este comité -conformado por 45 miembros del mundo de la empresa y de los institutos tecnológicos y científicos de la Comunidad- ha dividido sus primeros estudios en seis grandes áreas de trabajo: entre ellas la automoción, la salud o el sector agroalimentario. Y en el campo denominado «tecnologías habilitadoras para la nueva economía e innovación social», los expertos ya han identificado los objetivos y las oportunidades de desarrollo tecnológico. En este caso, el reto es «ofrecer productos cada vez más personalizados» y las oportunidades se encuentran en innovaciones tecnológicas, como la fabricación aditiva -más conocida como «impresión 3D»- las plataformas colaborativas o la robótica avanzada.

Cuatro meses de trabajo

Son las primeras anotaciones de trabajo que los expertos tienen ya sobre la mesa, aunque pueden ir evolucionando en el tiempo. Para las seis grandes áreas de actuación delimitadas tienen un plazo de cuatro meses para elevar a la Agencia de Innovación, que será la que, en su caso, asuma como propias las acciones recomendados para dotarlas de financiación. «En la práctica el Comité de Innovación nutrirá y proveerá de proyectos estratégicos a la Agencia», inciden en fuentes de este organismo. Con estos plazos que se han marcado, probablemente, los primeros proyectos podrían estar definidos antes de que finalice el año Tampoco se escapa a la visión de los analistas del comité la implantación cada vez más rápida de programas o proyectos empresariales de economía circular, que inciden en el reciclaje de materiales para volver a darles una vida útil, lo que se enmarcaría en procesos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. En este caso, los primeros trabajos de los expertos inciden en dos sectores claves de la economía de la Comunidad y de la provincia, como son la construcción o demolición y la industria.

Una actividad, la primera, que genera un importante volumen de residuos, por lo que las oportunidades detectadas por los expertos subrayan el desarrollo de innovaciones para la gestión adecuada de esos residuos y de materiales reciclados.

La «medicina personalizada»

En el área industrial, el primer objetivo identificado sería que los desechos se convirtieran en materia prima para otros sectores. Un reto que denominan «simbiosis industrial». Y las oportunidades vendían de la mano de reconocer o señalar esos materiales sobrantes para que puedan ser aprovechados para otras actividades. En el gran área de la salud, el comité considera un reto la «medicina personalizada» y la introducción de las nuevas tecnologías.

Y utilizan conceptos como la inteligencia artificial el «Big Data» (grandes volúmenes de datos) como oportunidades para, en su caso, ayudar a los facultativos en el diagnóstico clínico; o el desarrollo de innovaciones en la cirugía robótica o, también de aplicaciones informáticas innovadoras para mejorar al atención de enfermos crónicos o la calidad de vida de las personas mayores.

La transformación digital en el sector agroalimentario, así como la alimentación saludable son otros de los desafíos puestos sobre la mesa por los miembros del comité. Y en el área de la automoción, se alude al reto de la «revolución en el modelo de transporte personal por el agotamiento del petróleo y el cambio de hábito de los usuarios de los vehículos privados».

A nadie se le escapa que las oportunidades para las empresas en este sector vienen de la mano del desarrollo de nuevas baterías para el vehículo eléctrico que concedan más autonomía en el tiempo de circulación o diversificar las aplicaciones para ampliar los servicios de abordo.

Institutos tecnológicos

Tras la fase de estudio e identificación de los retos y oportunidades, la viabilidad de las actuaciones recomendadas tendrá la clave de si estos trabajos, finalmente, pueden convertirse en soluciones reales -«a través de tecnologías e innovaciones inéditas»- que se puedan trasladar a las empresas y sectores. En este propósito, será fundamental la capacidad para resolver estos retos que puedan presentar los institutos tecnológicos y centros de innovación de la Comunidad, explican fuentes del comité.