El consejo de administración de la CAM nunca aprobó las dietas que cobró Modesto Crespo por presidir la sociedad participada Tinser Cartera -por las que se embolsó hasta 600.000 euros- y las actas que aseguran lo contrario fueron falseadas. Así lo han asegurado, uno tras otro, los seis exconsejeros de la caja que este lunes han declarado durante el juicio que se sigue por esta causa en Alicante y que, de esta forma, se han sumado a la tesis defendida por la mayoría de sus compañeros de que se les ocultó ese dato el día que dieron su visto bueno al nombramiento.

Un relato que sólo contradicen el exdirector general de la CAM, Roberto López Abad, y el exsecretario del consejo José Forner, que defienden la legalidad de los cobros y que los consejeros fueron informados debidamente de ellos; y con menor rotundidad, los consejeros que también eran miembros de la Comisión de Retribuciones Martín Sevilla y Antonio Gil-Terrón. Todos ellos están acusados de los delitos de apropiación indebida y administración desleal, por los que la Fiscalía solicita para ellos penas de entre dos y cuatro años de prisión.

Además, hay que recordar que Crespo llegó a un acuerdo con el Ministerio Público antes de iniciarse el juicio oral por el que se declaró culpable de estos mismos delitos para rebajar su pena y por el que vino a aceptar que cobró por no hacer nada.

En cuanto a las declaraciones de este lunes, la primera en pasar por el estrado ha sido la consejera Raquel Páez quien ha asegurado que, si en algún momento se hubiera hablado de las retribuciones que iba a recibir Crespo, le hubiera "llamado la atención, al tratarse de algo diferente" ya que "nunca", según ha dicho, en el tiempo que perteneció al consejo se trató de las remuneraciones de los responsables o los directivos de la entidad. De hecho, aseguró que en una ocasión intentó preguntar por el sueldo de un directivo en una reunión y rechazaron contestarle con el argumento "de que no formaba parte del orden del día".

Igualmente, Paéz ha señalado que tenía plena confianza en que todos los acuerdos que llegaban al consejo cumplían con toda la normativa tras pasar por "los departamentos jurídicos y de auditoría" y se ha llegado a preguntar por qúe no estaba entre los imputados el asesor jurídico del consejo, en referencia al secretario de actas Juan Martínez-Abarca. Páez también provocó las carcajadas de los presentes en la sala cuando, al ser preguntada si había obtenido algún beneficio o obtenido algo con el nombramiento de Crespo, señaló de forma irónica: "Sí, este juicio". Una respuesta que luego repitieron varios de sus compañeros.

Crespo siempre estaba en el despacho

En la misma línea de defensa se ha mantenido también el empresario Ginéz Pérez -en su día, uno de los consejeros más próximos a Modesto Crespo- quien, al contrario de lo reconocido por el propio expresidente de la CAM en su acuerdo con la Fiscalía, ha defendido que Crespo realizaba un trabajo efectivo en la entidad. "A cualquier hora que quisieras llamarle estaba en su despacho (de la caja)", ha asegurado, aunque también ha insistido en que nunca se llevó al consejo su retribución.

Igualmente, el sindicalista Salvador Piles ha señalado que cuando se expuso el nombramiento de Modesto Crespo como presidente de Tinser para relanzar esta sociedad le pareció bien: "Para mi, Modesto era un comercial de lujo, que podía abrir muchas puertas", ha defendido. Eso sí, el día del nombramiento "no se habló de cantidad alguna (de lo que iba a cobrar) ni de retroactividad (Crespo cobró las dietas correspondientes a los seis meses anteriores a su designación en Tinser)".

Exactamente los mismos mantras han repetido los consejeros Elia Rodríguez y José Rovira, que sólo han respondido a la Fiscalía y la acusación y sus respectivas defensas. Al igual que sus predecesores, también han asegurado que se enteraron de las dietas que cobró Modesto Crespo a través de Tinser el día en que recibieron el expediente sancionador del Banco de España, donde se relataba esta circunstancia.

Por último, el psicólogo Óscar Estrada ha insistido en denunciar que se falsearon las actas de la reunión del consejo -en las que se asegura que sí se informó de la retribución del expresidente de la CAM por presidir también la participada Tinser- y ha señalado que así se lo transmitió al Banco de España, a las Cortes Valencianas -durante su intervención en la comisión que investigó la debacle de la CAM- y también al juez Gómez Bermúdez de la Audiencia Nacional.

Estrada también ha denunciado el "desprecio" con que los directivos trataban a muchos consejeros -"querían que fuéramos un consejo durmiente", ha apuntado- y ha censurado duramente al exdirector general Roberto López Abad, del que ha señalado que quería "endosar" la responsabilidad de lo ocurrido al consejo.