El impulso de la afiliación a la Seguridad Social el pasado mes de mayo en la provincia se produjo, en gran parte, por la entrada o reincorporación de los cotizantes con más edad. El mayor crecimiento en términos absolutos se registró en las franjas a partir de los 40 años en relación la mismo mes de 2017, mientras que entre los más jóvenes se contabilizaron menos afiliaciones e, incluso, las franjas de entre 30 y 39 años experimentaron un ligero descenso.
El sistema en Alicante ha ganado en el último año (comparando mayo de 2017 y el mismo mes de 2018) más de 4.490 cotizantes de entre 40 y 44 años; 4.458 de entre 45 y 49 y más de 4.390 nuevos afiliados que tienen entre 50 y 54 años. Un perfil de edad que contrasta con el descenso entre los treintañeros y el avance en sólo unas mil incorporaciones entre los que tienen 20 y 29 años (gráfico a pie de página, que engloba al total del sistema).
Gran parte de esta evolución al alza de cotizantes de más edad tendría su origen «tanto en las bonificaciones que vienen recibiendo las empresas para incentivar la contratación de parados mayores de 45 años, a raíz de la crisis; como por los planes de empleo creados por las administraciones, como los de la Generalitat, con los que se pretende recuperar para el mercado laboral a este colectivo de trabajadores que perdieron su empleo durante la fase recesiva», señalaba Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina. De hecho, además de los jóvenes, el grupo de entre 45 y 50 años fue uno de los más castigados por la crisis. Con estas actuaciones, no sólo se vuelve a dar acceso al mercado laboral a desempleados de más de 40 años, «sino que suponen la contratación de trabajadores con una gran experiencia y que pueden aportar mucho a las compañías por su capacidad y, también, por la posibilidad de transmitir conocimiento a los más jóvenes», añadía la dirigente de UGT.
Ahora, desde los sindicatos se advierte de que dado este impulso, «la contratación debe mantenerse en el tiempo, ya que son trabajadores que, en muchos casos, se encuentran cercanos a la jubilación y que tienen grandes lagunas en su cotización por los años que han estado en paro, entrando y saliendo del mercado laboral, lo que les repercutirá en la cuantía de sus futuras pensiones», añade Sánchez.
Reactivación económica
Desde que hace dos años comenzaran a percibirse los primeros síntomas de la reactivación económica, las organizaciones sindicales vienen alertando de la «mala calidad del empleo que se genera, con contratos de muy corta duración que sólo inciden en la precariedad. Esta es otra de las lecturas más profundas que hay que hacer acerca del crecimiento de la afiliación al sistema», subrayaba Yaissel Sánchez.
El aumento de cotizantes o reincorporados al mercado de trabajo en la provincia se ha ido afianzando en los últimos años. Al cierre del mes de mayo, el sistema contaba con 650.272 trabajadores dados de alta en Alicante, que representan 23.275 más que un año antes. Y el avance se ha producido tanto en hombres como en mujeres, aunque sólo la contratación femenina ha crecido más que la masculina en las franjas de edad de entre los 45 y 54 años.
Por otra parte, la radiografía de la afiliación a la Seguridad Social en Alicante ofrece menos novedades si se analiza su evolución entre las principales actividades económicas. En una provincia con gran predominio del sector servicios, el comercio es la que al cierre de mayo contaba con un mayor número de trabajadores en activo: 98.097, que además, suponen 1.185 más que en el mismo mes del pasado año.
Paralelamente, la hostelería, con 64.514 afiliados, suma más de 2.400 en un año. Desde UGT subrayan que esta actividad, tras la Semana Santa y el inicio de la temporada turística, registra «una gran reactivación en esta época del año», según Yolanda Díaz, responsable de Empleo en UGT en l'Alacantí-La Marina. No obstante, la dirigente sindical advierte de que, «al igual que en el comercio, son actividades que están muy sujetas a la temporalidad, sobre todo entre los más jóvenes. Y es vista como una profesión para sufragar sus gastos y, en muchas ocasiones, para complementar las rentas familiares».
Pero el gran salto cuantitativo se ha producido en la construcción, que en los últimos años viene registrando un fuerte repunte, tras el largo periodo de ajuste. El ladrillo ha ganado más de 3.200 cotizantes en Alicante, al pasar de los 27.525 de mayo de 2017 a los 30.808 del mismo mes de este año. Además, es un sector que «tiende a profesionalizarse. Han aumentado las exigencias de las tarjetas profesionales para poder desarrollar una ocupación», añadía Díaz. Una especialización y cualificación que también vienen de la mano del crecimiento de la obra nueva, de la rehabilitación de viviendas, así como «de la exigencia de criterios de sostenibilidad y eficiencia energética en la construcción de edificios y nuevas viviendas. Una circunstancia que supone mayores posibilidades de especialización de los trabajadores y permanencia en el sector», señala Yolanda Díaz.
La industria, más estable
La actividad industrial, por su parte, es el segundo sector con más trabajadores en la provincia (73.545). «Pero, pese a que suele tener un empleo más estable, tampoco se libra de la temporalidad y de una excesiva rotación en los puestos de trabajo», que también afecta a otras actividades añade Díaz, quien considera que para impulsar el cambio de modelo económico los sectores provinciales «deben apostar por la innovación y el desarrollo, lo que ayudaría a aumentar la competitividad y la productividad».
Paralelamente, señala como «necesario que las empresas inviertan en formación». Por otra parte, la actividad que en este año ha presentado un ligero descenso en el número de trabajadores es la del sector financiero. El retroceso es pequeño, pero se enmarcaría dentro de los ajustes de plantilla que viene realizando la banca en los últimos años.
