Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Contracrónica

Narcolepsia y posverdad

El juicio por las retribuciones del expresidente de Caja Mediterráneo evidencia que sobre un mismo hecho pueden declararse ante un tribunal de Justicia hasta tres versiones distintas, defendidas con la misma contundencia, y parecer igual de creíbles

Mapa de situación. La sala décima de la Audiencia provincial de Alicante trata de esclarecer si el expresidente de Caja Mediterráneo, Modesto Crespo, los miembros del consejo de administración y el exdirector general, Roberto López Abad, delinquieron tras acordar unas retribuciones de 300.000 euros al año para el primero saltándose el reglamento de la entidad, que impedía poner un sueldo al presidente, al que se colocó al mando de una empresa filial. Crespo, que ha pactado con la Fiscalía para rebajar su condena, reconoce que, como quien dice, cobraba por pasar por allí, mientras que su antiguo directivo, que no tiene acuerdo alguno con nadie, cubre su flanco de defensa y asegura que el mandatario se entregaba a la labor «en cuerpo y alma».

¿Por qué están todos los consejeros sentados en el banquillo? Porque según la acusación, el primer párrafo constituye un delito de administración desleal del que una buena parte de los consejeros aseguran no tener ni idea, y que esa «pillería» para vadear los límites internos de la caja se llevó a cabo a espaldas del órgano de gobierno.

Por tanto, según algunos acusados, el acta del consejo que asegura lo contrario se falsificó. No todos son de la misma opinión. Por consiguiente, la pregunta que debe resolver este juicio es: ¿Aprobó el consejo de administración de la CAM las dietas (así lo llamaban, ojo aquí) de Modesto Crespo? La diferencia entre el no y el sí es lo que separa la absolución de penas de dos a tres años de prisión y multas que suman 1,2 millones de euros.

Cuando la CAM se fue al garete (fue intervenida en julio de 2011), todavía no estaba de moda la palabra «posverdad», un neologismo que describe una realidad intencionadamente distorsionada para manipular a la opinión pública e influir en los comportamientos sociales. Lo patentó Joseph Goebbels como principio elemental del nazismo («Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad»), pero sin palabro que lo definiera ni redes sociales, que ni falta le hacían.

La sala que juzga este caso escuchó ayer tres testimonios sobre un mismo hecho, en otras tantas versiones diferentes, todas expuestas con contundencia y convicción por boca de gente honorable y segura de sus palabras. Con intención o sin ella, las tres no pueden ser ciertas, alguna anda cercana a la posverdad y no pueden convencer en la misma medida a los magistrados.

En la tercera sesión de este proceso, las partes tomaron declaración a los miembros de la comisión de retribuciones de la caja, que visaba y acordaba los emolumentos del cuerpo directivo y de consejeros miembros de empresas participadas. Sus nombres son conocidos: el extitular de la CAM en Valencia y exvicepresidente de la institución financiera, el empresario inmobiliario Antonio Gil-Terrón; el exconsejero Luis Esteban, que fuera presidente de la Cámara de Comercio de Alicante y de Terra Mítica; y el también exconsejero de la caja de ahorros, exconseller socialista de Industria y catedrático de Economía de la Universidad de Alicante, Martín Sevilla. El sueldo de Modesto Crespo como mandatario de la filial Tinser debía pasar por este órgano.

Antonio Gil-Terrón. Un tipo elegante, con su corte de pelo de peluquería de lista de espera y su bigote al estilo del viejo Hollywood. Dieciocho años en la CAM, siempre pensando en la fusión con Bancaja, supo manejar las sospechas de representante valenciano en una caja de Alicante y sostener las alianzas habituales de los vicepresidentes frente a las veleidades de los dos últimos mandatarios, el fallecido Vicente Sala y Modesto Crespo. Siempre peculiar, su incomodidad en la declaración de ayer creció a medida que el fiscal le iba apretando. El titular de Anticorrupción, Felipe Briones, se mostró puntilloso y vehemente en su interrogatorio. Gil-Terrón, siempre original, advirtió en la primera pregunta comprometida: «Tengo lagunas de memoria y sufro narcolepsia. Puedo quedarme dormido en cualquier momento». Admitió que López Abad defendió en la comisión de retribuciones el sueldo de Crespo «de un modo convincente y razonable». Pero, ¿se debatió y aprobó en el consejo de la CAM? «Ese día, la gente entraba y salía. Yo me remito a la actas». Briones apretó: ¿Cómo es posible que sólo Crespo cobrara por trabajar en Tinser y no el resto de consejeros de esta empresa? ¿Qué conocimientos tenían? Entre los presentes, algunos apostaban que con dos preguntas más del fiscal la narcolepsia no tardaría en aparecer. Y por fin, el acusado sentenció: «Los únicos responsables de los 300.000 euros de Crespo eran los consejeros de Tinser, a los que no veo aquí». ¿Se confabuló usted con alguien para acordar esas retribuciones? «Yo no me confabulo ni con mi mujer». Glub.

Luis Esteban. El empresario nunca ha sido un hombre de muchas palabras, pero debió de pensar, ante el riesgo de una condena, que ayer era momento de soltarlas. Categórico y en tono firme, aseveró que si el sueldo de Crespo pasó por el consejo, no tuvo constancia. Se habló del nombramiento del presidente al frente de Tinser, pero «yo no oí nada de retribuciones». Briones: «Pero aquello constaría en acta». «En el consejo no se repartían las actas».

Martín Sevilla. Decepcionado por que Crespo haya admitido que no se ganaba el jornal, el catedrático representa la tercera versión. Escuchó la propuesta del sueldo en el consejo de administración. Pero, ¿se aprobó en ese órgano? Sevilla se remitió a los recogido en el acta de la sesión. O sea.

Para alguien ajeno al Derecho, el juicio a la cúpula de la caja de ahorros da más de sí en los pasillos de la Audiencia que en la sala. Para muestra, una conversación entre dos acusados previa al inicio de la sesión :

Oscar Strada, consejero, a Roberto López: «¿Cómo pudiste ayer ser tan cínico en tu declaración?»

Roberto López a Strada: «Porque estaba delante de gente mentirosa como tú».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats