La autoridad laboral ya tiene en su punto de mira a las nuevas plataformas de pedido de comida a domicilio por internet también en Alicante. En concreto, la Inspección de Trabajo ya analiza las condiciones que tienen en la provincia los denominados «riders» de Deliveroo y Glovo -los trabajadores que se encargan de repartir las comandas, generalmente, en bicicleta-, tras las denuncias presentadas por CC OO.
Así lo confirmó a este diario el responsable de Acción Sindical del sindicato en la Comunidad, Daniel Patiño, tras conocerse la sentencia del juzgado de los Social número 6 de Valéncia que ha reconocido a uno de estos profesionales su condición de empleado de Deliveroo y ha negado que, como defendía la compañía, pueda tener la consideración de trabajador autónomo. Al respecto, el fallo recalca la relación de «dependencia» que existe entre los «riders» y la compañía ya que es ésta la que organiza el trabajo y la que marca el precio de los servicios realizados, entre otros argumentos.
En este sentido, desde CC OO insisten en que el modelo que imponen estas plataformas es el de los «falsos autónomos», que supone, a su juicio, una explotación del trabajador. Por eso, desde el sindicato están denunciando a todas estas compañías ante las distintas delegaciones de la Inspección de Trabajo a medida que se expanden por España. Así, en el caso de Deliveroo, el sindicato presentó su denuncia el pasado 8 de agosto, sólo cinco días después de que la compañía iniciara su actividad en Alicante, y confía en que en breve tenga una resolución. En cuando a Glovo, que llegó a la provincia en octubre, CC OO presentó una denuncia conjunta para Alicante y Valencia a nivel autonómico a finales de año.
En este sentido, hay que recordar que la Inspección de la provincia de Valencia ya consideró probado que los «riders» de Deliveroo no pueden tener la consideración de autónomo y multó a la empresa, aunque la sanción está recurrida.
Entre ambas plataformas ya suman alrededor de medio centenar de repartidores en Alicante, según Daniel Patiño que, no obstante, recalca la dificultad de conocer su número exacto «ante la elevada rotación que se produce, ya que la mayoría no suele aguantar demasiado tiempo con las condiciones laborales que les imponen». Así, insistió en que las empresas de la llamada «economía colaborativa deben cumplir las mismas leyes que el resto».
Por su parte, desde Deliveroo defendieron ayer que sus repartidores son «verdaderos autónomos» y que eligen «cuándo y donde trabajan». La compañía asegura que la sentencia conocida ayer se refiere a un repartidor con un «contrato anterior» y que no refleja las condiciones actuales de sus «riders».
Otros sectores
Por su parte, el secretario general de UPTA-PV, Javier Pastor, lamentó ayer la extensión de la figura del «falso autónomo» y señaló que cada vez es más frecuente también en otros sectores como el de la construcción y reclamó un «protocolo» para atajar este «abuso».
