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Del Big Data a los cerdos con chip

La digitalización y la transformación tecnológica industrial centran el III Encuentro Mediterráneo de Empresa Familiar organizado por Aefa

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La empresa familiar reclama poner fin a la discriminación de la provincia de Alicante

Cuando uno produce en serie lo lógico es que quiera que todos sus productos sean del tamaño más parecido posible para simplificar los procesos y garantizar una calidad similar. El problema llega cuando lo que produces son jamones o embutidos y tu materia prima son seres vivos, que no tienen todos el mismo apetito o no saben imponerse a sus compañeros para meter el hocico en la tolva. La solución que han encontrado en El Pozo ha sido insertar un chip a los gorrinos de forma que son capaces de controlar qué animales ya han comido y, si alguno intenta repetir, el comedero se cierra automáticamente.

Lo contó ayer el presidente del Grupo Fuertes, Rafael Fuertes, durante su intervención en el III Encuentro Mediterráneo de Empresa Familiar y supone todo un ejemplo de hasta qué punto la tecnología está transformando los ámbitos más diversos de la actividad económica. La digitalización y los retos que deben afrontar las empresas como consecuencia de las nuevas tecnologías centraron ayer el evento organizado por Aefa, en colaboración con KPMG, Bankia, la Diputación y Casa Mediterráneo.

Fuertes participó en uno de los diálogos junto al presidente del Grupo Velatia, Javier Ormazábal, y el socio responsable de KPMG en Alicante, Miguel Ángel Paredes, en el que también abordaron los problemas que sigue generando la sucesión en las empresas familiares. Así, el responsable de la matriz de El Pozo o de firmas como Terra Natura señaló que la compañía ha optado por no permitir que los miembros de la cuarta generación de propietarios puedan trabajar en la firma para evitar problemas.

Previamente, fueron el CEO de Verne Technology Group, Gianni Cecchin; la gerente territorial de Cellnex, Victoria Majadas; y el director de KPMG Servicios Digitales, Benjamin Abejas, quienes abordaron la dificultad de adaptarse al «cambio constante» que ha desencadenado la revolución tecnológica. «Antes los mercados cambiaban de cinco en cinco años. Ahora en seis meses todo es diferente», apuntó Abejas.

En este sentido, el consejero de Verne apuntó que buena parte de los ciudadanos «se han digitalizado mucho más en su vida particular que en su trabajo» y que uno de los retos del cambio tecnológico es que vaya acompañado también de un cambio de cultura empresarial. «No tiene sentido usar nueva tecnología para seguir haciendo lo mismo que antes», apuntó, antes de insistir en que la innovación debe implicar a toda la estructura de la empresa. También se abordó el problema que tienen muchas compañías para manejar la gran cantidad de información que proporciona la digitalización de los proceso y el uso del Big Data. «Hay que saber discriminar en esa marabunta», apuntó Victoria Majadas. Los tres coincidieron, además, en aconsejar a las empresas familiares que pierdan el miedo a asumir riesgos y apuesten más decididamente por emprender nuevos proyectos. También insistieron en la necesidad de que «busquen fuera los especialistas que necesitan», es decir, que externalicen aquellos procesos en los que no son expertos.

Por su parte, el presidente de Aefa, Francisco Gómez, aprovechó su discurso al inicio del Encuentro para exigir que se ponga fin a la discriminación que sufre la provincia en los presupuestos del Estados y de la Generalitat.

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