En un entorno en que la deuda pública sigue sin ofrecer unos tipos atractivos, los bonos corporativos han rebajado considerablemente los atractivos intereses que ofrecían hace un par de años y los depósitos bancarios siguen en cifras cercanas a cero, la renta variable se alza de nuevo este año como la mejor opción para aquellos que quieran obtener una buena rentabilidad por su dinero. Así, al menos, se puso de manifiesto ayer durante la jornada «Oportunidades de inversión en los mercados actuales» que BBVA organizó en el Club INFORMACIÓN.

Un acto moderado por el subdirector del periódico Fernando Ramón, en el que participaron el director de Banca Privada de la Dirección Territorial Este de BBVA, Luis Viñals; el presidente de CFA Society Spain y director de inversiones de Banca Privada de BBVA, Enrique Marazuela; y el Sales Director de la gestora Fidelity International para España; Óscar Esteban.

Tras la introducción de Viñals, fue el director de inversiones de Banca Privada de BBVA quien se encargó de realizar una rápida radiografía de la situación económica mundial, donde lo que más destaca es el fuerte crecimiento que se prevé a nivel global, según apuntó el experto. Un incremento del PIB que será del 3,8% para este año y el próximo gracias a que, frente a lo que suele ocurrir, se espera un fuerte tirón tanto en las economías desarrolladas, como en los denominados emergentes, con especial protagonismo de Asia.

De esta forma, China volverá a crecer por encima del 6%, con una economía cada vez más centrada en el consumo y la innovación, y en la India las reformas estructurales emprendidas auparán su PIB un 7%. Igualmente, la subida del petróleo beneficiará a la evolución de Rusia y a Oriente Medio, y únicamente Latinoamérica, donde se encuentran varios de los posibles focos de inestabilidad -como Argentina o Venezuela- tendrá un crecimiento por debajo de su potencial.

Por su parte, en las economías desarrolladas, Estados Unidos crecerá alrededor de un 2,8%, lo que puede ocasionar algunas tensiones en el mercado laboral, que ya roza el pleno empleo, lo que podría trasladarse a la inflación; y en Europa se espera un avance del 2,3%, una cifra también muy positiva.

En este sentido, si al otro lado del Atlántico el IPC puede dar algún disgusto, en el caso de Europa la inflación seguirá en una «zona cómoda», según el experto, lo que llevará a que las subidas de tipos que se esperan por parte del BCE sean muy progresivas. Tanto es así que, cuando en el turno de preguntas uno de los asistentes inquirió sobre cuándo volverán a resultar interesantes los depósitos a plazo de los bancos, Enrique Marazuela señaló que no será posible mantener el poder adquisitivo con este tipo de productos, como mínimo, «hasta 2022».

«No hay valor en los bonos»

Una vez trazada la fotografía global, el experto de BBVA repasó la situación de los distintos tipos de activos. Sobre los bonos gubernamentales -la deuda pública- señaló que «no hay valor en los mismos en estos momentos», ya que los intereses que ofrecen todavía son bajos para resultar atractivos: «Yo le pido a un bono público un mínimo del 3,5% y el de Alemania, por ejemplo, está en el 0,53%», apuntó Marazuela. Pero, al mismo tiempo, las previsibles subidas que se van a producir también suponen un riesgo ya que hará caer la cotización de los bonos que se compren ahora si el inversor necesita venderlos antes de que se cumpla su plazo.

Del mismo modo, señaló que los bonos corporativos de empresas, que durante el año 2016 «ofrecían unos diferenciales francamente altos», han reducido notablemente su rentabilidad ante la buena acogida que han tenido, por lo que «ahora estamos en una posición de neutralidad». Y lo mismo apuntó para los bonos en deuda emergente o la inversión en dólares.

Ante este panorama, el experto señaló que la renta variable vuelve a alzarse «como la opción más atractiva», sobre todo si se tienen en cuenta las fuertes perspectivas de crecimiento a nivel mundial, a las que se suman los elevados beneficios que están obteniendo las empresas, que calificó de «espectaculares». «Los beneficios empresariales del año pasado fueron los mayores en una década», recordó y señaló que «nada indica que el ciclo vaya a cambiar», como se ha empezado a ver con las presentaciones de resultados del primer trimestre.

Tanto Enrique Mazaruela, como Luis Viñals, en las conclusiones del acto, también destacaron la importancia de «perfilar las carteras» para cada inversión, para adecuarlas a la cantidad de riesgo que cada cliente es capaz de asumir. «Siempre digo que si contratas un producto y esa noche no duermes, vuelve al día siguiente para deshacerlo», apuntó Viñals. De esta forma, también recordaron la necesidad de diversificar, aunque esto suponga en ocasiones mantener activos poco rentables pero que pueden actuar «de seguros, si la situación se invierte», apuntó el responsable territorial de BBVA.

Igualmente, Luis Viñals y Enrique Marazuela abogaron por una «gestión dinámica» de las carteras y por un seguimiento de las mismas. También señaló que los inversores deben tener siempre la máxima información posible para que puedan «tomar sus decisiones de manera mucho más libre y eficaz».