La reducción del próximo presupuesto plurianual de la Política Agraria Común (PAC) que contempla el borrador que ayer avanzó Bruselas ha creado inquietud entre los agricultores provinciales perceptores de ayudas directas, uno de los principales pilares de este programa europeo. El pasado año, en Alicante fueron 10.693 los productores que presentaron solicitudes para acogerse a estos apoyos económicos de la PAC y más de 69.500 en la Comunidad, según datos de la organización Asaja en Alicante. De acuerdo con el borrador anunciado por el Ejecutivo comunitario, el presupuesto entre 2021 y 2027 será de 365.000 millones, una cifra que supone un 5% menos que el montante del periodo anterior. Las ayudas de la PAC se dirigen exclusivamente a los cítricos, los herbáceos, el olivar, los frutos secos -algunos de los principales cultivos de la provincia- y también a la ganadería.

Desde las organizaciones agrarias provinciales se considera «negativa» cualquier reducción del presupuesto, aunque matizan que están a la espera de conocer más detalles sobre el mismo y el contenido que tenga finalmente la PAC, ya que ahora sólo es un borrador. No obstante, desde la Unió de Llauradors y Ramaders, liderada por Ramón Mampell, subrayan que el 30% de la renta de los agricultores alicantinos se consolida a través de las ayudas de la PAC.

Pero, además, advierten de que estos apoyos «ya han disminuido en la PAC vigente, pese a las promesas, incumplidas, de que esto no sucedería». Para la Unió, «la disminución en los mecanismos de equilibrio del mercado o el ajuste más severo de las ayudas al desarrollo rural dificultan la competitividad del sector agrario alicantino», que tiene una «clara vocación exportadora , así como su mejora y su posicionamiento frente a las importaciones de países terceros favorecidas por la política comercial de la UE». En este sentido, la Unió incide en que en muchos casos, a estas importaciones «no se les exigen los estándares de calidad, seguridad y éticos que sí hemos de cumplir los agricultores y ganaderos de la UE, en general, y los alicantinos, en particular».

La «asignatura pendiente»

Por su parte, desde Asaja Alicante, que preside Eladio Aniorte, también se va más allá y se reclama que a los dos pilares en que se sustenta la PAC -ayudas directas y programas de desarrollo, que cofinancian los Estados miembros y las autonomías- se sume un tercero sobre «medidas de mercado que incidan en la competencia para que no se produzcan desequilibrios y mejoren los precios en origen, en definitiva, que sea más vigilante», añadían desde Asaja. La organización agraria considera que esta es una «asignatura pendiente de la PAC» , que, sin embargo, «sí se aplica en España, a través de la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, y supone un buen instrumento», añaden.

Por su parte, desde la Unió se confía en que «el Gobierno español rechace la reforma y la mejore en el proceso de negociación, como ya se ha posicionado el francés». Además, apuesta por que la próxima PAC «dé protagonismo a la figura del agricultor genuino, frente al de sofá, y que se concentren las ayudas en el modelo de explotaciones familiares y profesionales que sustentan la mayor parte del tejido socioeconómico del medio rural europeo».