Había expectación ante la celebración de la primera junta de accionistas que Banco Sabadell celebraba en Alicante, tras decidir en octubre pasado el traslado de su sede social a la capital de la provincia ante la situación generada tras el referéndum del 1 de octubre en Cataluña. Y la expectación se evidenció con la importante presencia de asistentes -más de 800 personas- a la junta de accionistas, que aprobó de forma mayoritaria la gestión y los resultados de 2017. La entidad cerró el año con un beneficio neto atribuido al grupo de 801 millones de euros, que representan un 12,8% más que el año anterior, y continuó con el descenso de la ratio de morosidad hasta situarse en el 5,1%, según destacó el presidente de la entidad, Josep Oliu, durante su intervención. Asimismo, la junta aprobó la distribución de un dividendo bruto de 0,07 euros por acción.

Precisamente, unas de las primeras palabras que Oliu dirigió a los accionistas presentes en el salón de actos del Auditorio de la Diputación (ADDA) fue para reiterar que la «decisión (traslado de la sede social) se ha demostrado acertada» y que fue tomada en el «momento oportuno con firmeza y unanimidad» del consejo. Dijo que la resolución se basó en «hechos y datos objetivos» en medio de un «contexto político complejo». Oliu abundó en que la prioridad era «garantizar el entorno de certidumbre institucional y seguridad jurídica» para el desarrollo de la actividad del banco. Además, destacó que había que asegurar la «confianza» a los clientes y «los intereses de nuestros accionistas, haciendo desaparecer la inquietud derivada de una situación política ajena al banco».

Octubre de 2017

Oliu reconoció que los acontecimientos políticos de Cataluña tuvieron «un impacto importante en la actividad bancaria y económica del mes de octubre». Pero acto seguido aseguró a los accionistas que el alcance «fue limitado y temporal, después de que se recuperara la confianza en las instituciones, tras los movimientos empresariales y políticos que conocemos». Sin citarlos, Oliu hacía referencia a los traslados que empresas y entidades financieras, como el propio Sabadell, decidieron de sus sedes sociales a otras zonas de España, sobre todo Madrid y Valencia, además de Alicante. Pero, asimismo, a la aplicación por parte del Gobierno del artículo 155 de la Constitución para normalizar la situación en Cataluña.

En su balance, el presidente del Sabadell calificó 2017 como «un año importante de transición» y cuyos resultados han situado a la entidad catalana «en una muy buena posición para afrontar el plan de negocio trienal que ha comenzado en 2018 y que tiene su horizonte trienal en 2020».

Un posicionamiento que la entidad ha tenido que sortear en medio de un escenario internacional marcado por «las incertidumbres» con acontecimientos «relevantes en el ámbito político» como el cambio de estrategia económica en EE UU, con la llegada del magnate norteamericano Donald Trump a la Casa Blanca y las «tensiones» en el alineamiento internacional». Aun así, destacó que la economía «ha mantenido su solidez, apoyada por la fortaleza del consumo privado y el mejor comportamiento de la inversión» y que en el contexto internacional también se han registrado «buenos datos de crecimiento» tanto en EE UU, como en países desarrollados y emergentes.

Y en Europa, pese a factores que podían generar incertidumbre, como el inicio de las negociaciones del «Brexit» (desconexión del Reino Unido de la Unión Europa) o las elecciones en Francia, Reino Unido y Alemania, en 2017 se registró «el mayor crecimiento de la última década». Circunstancia que ha facilitado, junto al «alejamiento de los temores deflacionistas» que el Banco Central Europeo haya anunciado los primeros pasos hacia la normalización de su política monetaria.

En el panorama nacional, el mandatario de la entidad incidió en que «a pesar de la situación de la política catalana», la economía española ha mantenido «una importante fortaleza de base, volviendo a destacar en positivo dentro de la zona euro». Una actividad que «se ha beneficiado de unas favorables condiciones de financiación y de la mejor situación financiera de los agentes privados, así como de las expectativas de los crecimientos para los próximos años». Entre otros datos resaltó que la economía creció por encima del 3%, por tercer año consecutivo y el dinamismo que sigue mostrando el sector inmobiliario. Sobre la evolución del paro advirtió que todavía «sigue situándose en niveles altos, a pesar de haberse reducido de forma muy importante».

Tras el análisis de la coyuntura económica internacional y nacional, el mandatario del Sabadell detalló a los accionistas los objetivos del plan director hasta 2020. Un programa que pivota sobre los ejes de la rentabilidad, la sostenibilidad y la internacionalización.

El objetivo de mejorar la rentabilidad del plan trienal pasa por un crecimiento del negocio con una evolución positiva de volúmenes, la mejora de la eficiencia y una «reducción sustancial» de los activos inmobiliarios, para alcanzar un ROE (indicador que mide la rentabilidad obtenida por la empresa sobre sus fondos propios) de doble dígito en 2020», destacó Oliu. El eje de la sostenibilidad pasa por las iniciativas que ha puesto en marcha, «dentro y fuera del banco para estar en la primera línea de la tecnología futura». Según destacó el presidente del Sabadell, «hoy, el 87% de la actividad de la entidad se hace remotamente fuera de las oficinas; y en el caso de las empresas es del 95%».

El 22% de los préstamos, «online»

El peso que la implantación de las nuevas herramientas tecnológicas tienen en la actividad del banco, arroja también otras relevantes cifras, como que el 22% de los préstamos se hicieron «on line», «lo que ha supuesto un incremento del 88%, respecto al año anterior», señaló Oliu, quien advirtió que la sostenibilidad no sólo se basa en «ser rentable, sino también en la reputación y una parte de esta se construye a través de la cultura de responsabilidad social». A lo largo de la aplicación del plan trienal, la entidad quiere conseguir la consolidación del proceso de internacionalización, «a través, fundamentalmente, del crecimiento de las filiales de Reino Unido y México, con el objetivo de generación de valor de esas franquicias».

Al final de su intervención ante los accionistas, Oliu incidió en que la última década, el Sabadell «ha superado la grave crisis económica y financiera iniciada en 2008, siguiendo una estrategia que nos ha permitido, además, alcanzar un tamaño competitivo e España y una importante diversificación internacional».