El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha defendido hoy la decisión de la entidad de trasladar su sede social y fiscal a Alicante, un acuerdo que el Consejo de Administración tomó "con firmeza y unanimidad" y que fue ejecutado, ha dicho, de forma "impecable" por parte del equipo directivo.

El Sabadell celebra hoy su primera Junta general de accionistas fuera de Cataluña, concretamente en Alicante, ciudad a la que el pasado mes de octubre trasladó su domicilio social debido a la incertidumbre política y económica que originó el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre (1-O).

Oliu ha querido comenzar su discurso ante los accionistas aludiendo a esta decisión, que fue motivada, ha afirmado, en base a "hechos y datos objetivos, al margen de cualquier otra consideración", y que se adoptó "en un contexto político complejo, ante la necesidad de garantizar el entorno de certidumbre institucional y seguridad jurídica" y asegurar la confianza de clientes y accionistas.

El presidente del banco, que fue fundado en Sabadell (Barcelona) en 1881, ha calificado de "acertada" esta decisión, ya que hizo desaparecer la "inquietud" originada por la situación política en Cataluña, y ha reivindicado que se tomó "en el momento oportuno con firmeza y unanimidad por parte del Consejo y con ejecución impecable por parte de todo el equipo directivo".

Josep Oliu ha recordado, asimismo, que los acontecimientos políticos de Cataluña tuvieron un impacto importante en la actividad bancaria y económica del mes de octubre, pero que su alcance fue "de carácter limitado y temporal", después de que se recuperara la confianza en las instituciones "tras los movimientos empresariales y políticos que conocemos", ha indicado, en alusión a los cambios de sede y a la aplicación del artículo 155.

Ante los accionistas, Oliu ha repasado también los resultados del ejercicio 2017, en que el Sabadell alcanzó un beneficio neto de 801 millones de euros, un 12,8 % más que en 2016.

Estos resultados, ha subrayado, sitúan al banco en "una muy buena posición" para afrontar el plan de negocio trienal 2018-2020, que está centrado en la mejora de la rentabilidad a través del crecimiento del negocio, la mejora de la eficiencia y una reducción "sustancial" de los activos inmobiliarios.