La nueva patronal alicantina Uepal no lo va a tener nada fácil para entrar en la CEOE, al menos, mientras sus estatutos mantengan que se trata de una organización autonómica. Fuentes de la confederación presidida por Juan Rosell aseguraron ayer a este diario que estudiarán la petición de ingreso cuando la reciban pero que consideran «muy complicado, casi imposible» que se produzca la entrada. «Sería la primera vez que existen dos patronales autonómicas en una misma comunidad (la CEV ya es miembro de CEOE) y contravendría el espíritu de unidad empresarial que siempre ha defendido la organización», apuntaron desde la patronal nacional donde, eso sí, no pudieron precisar si esta situación está expresamente prohibida por su reglamento de régimen interno o si tendría cabida jurídica en el mismo.

Tampoco está claro si Uepal dispondría del riñón necesario para hacerlo, según otras fuentes empresariales consultadas, ya que, generalmente, la CEOE exige que las organizaciones miembro asuman un número de vocalías en su asamblea similar al peso del PIB del territorio que representan. En el caso de la Comunidad Valencia, alrededor del 10%. Esto obligaría a la patronal que preside Miguel Baena a pagar unos 20 asientos, lo que supondría un desembolso de 180.000 euros anuales, una carga más que notable.

En este sentido, hay que recordar que también la CEV va a aprobar en su asamblea del próximo 3 de mayo incrementar de 7 a 21 sus vocales en la CEOE, tras haber pasado de provincial a autonómica, aunque en este caso cuenta con un número de socios mucho mayor para hacer frente a ese pago.

La Unión Empresarial de la Provincia de Alicante anunció el pasado miércoles su intención de solicitar la incorporación a la CEOE para buscar «la equiparación al resto de patronales autonómicas del conjunto del país». Según el presidente de la organización, Miguel Baena, se trata de un paso más «en el proceso de regularización y normalización de la entidad», después de que la Generalitat Valenciana haya dado el visto bueno a sus estatutos.

Uepal nació después de que la anterior patronal provincia, Coepa, se viera obligada a solicitar su liquidación y varios de sus antiguos miembros se negaran a incorporarse en la estructura de la CEV para mantener una organización propia. A pesar de que su objetivo es defender los intereses del empresariado alicantino, optaron por proclamarse patronal autonómica en sus estatutos para así acceder a la Ley de Participación Institucional.