Bankia entró ayer plenamente en la normalidad financiera con una junta de accionistas aburrida. Así, sin más. Nada que ver con los cercanos tiempos en que los copropietarios y, en especial, los afectados por las preferentes o la salida a Bolsa, convertían la reunión anual en un valle de lágrimas, de indignación y, en algún caso, de teatro. Superada la fase de la reestructuración y muy avanzada ya la digestión de la absorbida BMN, Bankia se encamina hacia «una nueva etapa de crecimiento» cuya bandera es el plan estratégico 2018-2020 con el que la entidad pretende convertirse en el «mejor banco de España» al finalizar el período, según reiteró ayer su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.

Una de las herramientas con las que Bankia pretende impulsarse hacia ese objetivo son las nuevas tecnologías. A este respecto, afirmó que «no por lanzar una nueva app podemos convertir a nuestros clientes en digitales», motivo por el cual los bancos deben «ir adaptando nuestros modelos de distribución a la evolución de la sociedad y a las necesidades de nuestros clientes». Y es que en el banco con sede en València el número de usuarios que utilizan canales online habitualmente se ha multiplicado por 1,5 desde 2014 y el 21% de la clientela total que ha realizado la contratación de algún producto en diciembre de 2017 lo ha hecho a través de compras online, pero también un 40% de los usuarios se sigue relacionando en exclusiva con las oficinas y cajeros automáticos y un 80% utilizó la sucursal, además de otros canales, en los últimos doce meses.

Goirigolzarri destacó también la relevancia que concede al gobierno corporativo de la entidad y en este sentido anunció que en 2020 un 30 % del consejo de administración estará integrado por mujeres. En la actualidad solo forma parte de ese órgano de gobierno Eva Castillo de un total de doce miembros, pero el presidente del banco avanzó que ya están buscando a una fémina para cubrir la vacante de Álvaro Rengifo, acaecida el pasado octubre.

Las intervenciones de ayer en la junta apenas llegaron a las dos decenas y en su mayoría correspondieron a representantes sindicales que expresaron quejas internas, incluso «depresiones» entre la plantilla por el volumen de trabajo. El mismo dirigente de Adicae que intervino el pasado viernes en la junta de CaixaBank en València lo hizo ayer para afear de nuevo al banco los casos de preferentes. Goirigolzarri fue implacable en la respuesta: «Busca usted una notoriedad gratuita que no le voy a dar». A instancias de un accionista que pedía alternar las juntas entre València y Madrid, ratificó que la sede del banco está «felizmente» en la primera de las dos ciudades y que, en consecuencia, será en ella donde se celebrarán las reuniones anuales de propietarios.

Las previsiones

En cuanto a las previsiones del pla estratégico, la entidad espera que en su último año de vigencia -en 2020- Bankia será una franquicia con «un beneficio en torno a 1.300 millones de euros, un ROE de doble dígito, un ratio de eficiencia cercano al 45 % y un balance muy sólido, bien capitalizado y con unas tasas de mora por debajo del 4 %», explicó Goirigolzarri. Además, en el marco de este plan, los accionistas recibirán «una cantidad superior a los 2.500 millones de euros» en concepto de retribución, mediante dos vías: el dividendo ordinario en efectivo, con un «payout» (porcentaje de beneficios que se reparte) de entre un 45 % y 50 %, y la distribución del exceso de capital que se genere por encima del 12% CET1 «fully loaded». El plan también contempla un aumento del 5 % en el número de clientes particulares (en 400.000) y del 20 % en clientes de negocios.