Hace unos años que Baleària tiene en su agenda la apertura de una línea entre Florida (EE UU ) y La Habana (Cuba), sobre todo desde que en 2011 ya comenzase a operar en Estados Unidos y Bahamas. Pero el cambio de inquilino en la Casa Blanca no ha sido favorable, dado que «la apertura» entre los dos países «que era real en muchos ámbitos con el Gobierno de Obama, se ha ralentizado con Donald Trump. Y ha hecho que Cuba se cierre un poquito», según lamentaba ayer el presidente de la naviera, con sede en Dénia, Adolfo Utor, durante la presentación de resultados de la compañía, que creció un 10% en 2017, año en el que invirtió 125 millones.

La política de Trump, «poco dado al libre comercio y a la apertura de fronteras, no es demasiado propicia para nuestra pretensión de abrir esta línea, por lo que está en "stand by"», añadió. La compañía tiene las licencias de EE UU. «Y en el momento en que se pudiera producir una apertura con Cuba, estamos dispuestos a comenzar», reafirmó.

La implantación en territorio norteamericano forma parte del negocio internacional de la compañía. Una división que el pasado año arrojó los mejores resultados en número de pasajeros. Los 800.000 viajeros en las rutas internacionales suponen un 25% más que en 2016. En el conjunto de las líneas, Baleària superó el pasado año los 3.700.000 viajeros (+5,7%), de los que 1.709.000 utilizaron las conexiones con Baleares y 1.897.600 (+17%) las del Norte de África con la Península.

Según destacó Utor, «uno de cada cuatro pasajeros de la empresa viajó en líneas internacionales, en un año en que se abrió una nueva ruta internacional entre Nador y Almería».

De forma paralela, el transporte de mercancías creció un 10%, al alcanzar los 5,6 millones de metros lineales.

Como «un año de crecimiento» calificó el presidente de la naviera el ejercicio 2017. El avance se produjo en todas las magnitudes. La facturación se situó en los 362,6 millones, que suponen un aumento del 10%; el Ebitda -ganancias antes de impuestos- llegó a los 81,5 millones (+3%), y el beneficio neto, alcanzó los en 43,5 millones, lo que representa un incremento del 10%. Un beneficio que «se revierte en crecimiento, innovación y empleo de la compañía», dijo Utor, que, asimismo, consideró la apuesta estratégica por las energías renovables de Baleària como una «revolución».

En estos momentos, son 1.537 personas (+13%) las que trabajan en Baleària. Una compañía que está implantada en cinco países -tras incorporar Argelia el año anterior-, opera 19 rutas, una más que en 2016, al sumar la línea internacional de Nador (Marruecos), y tiene abiertas 21 delegaciones. Los 878.000 vehículos con que cuenta suponen un crecimiento del 17%. Tiene 25 buques y otros cinco en construcción.

Energías renovables

Precisamente, la modernización de la flota y el reforzamiento de la apuesta estratégica de Baleària por la ecoeficiencia, la energía renovable y el desarrollo sostenible fueron principales de las claves de la compañía el pasado ejercicio, cuando puso en marcha el primer ferry de pasaje con generador de energía de gas natural licuado. Fue a finales del año pasado y era el primero de los cuatro «eco fast ferris» para la ruta Ibiza- Formentera.

La inversión de 125 millones también se destinó a reforzar la flota -con la adquisición de tres ferris-; a la modernización de la misma, con la remotorización del «Jaume II»; a la construcción de los dos primeros ferris propulsados a gas natural licuado y al nuevo edificio de la naviera en Baleària Port, en Dénia. Para Utor, tan importante como las cifras de la compañía, es la Responsabilidad Social Corporativa en el territorio donde está implantada y cuyas actuaciones presentó ayer por la tarde a los grupos de interés de la empresa. «Tenemos que continuar siendo competitivos, pero sin perder los objetivos de desarrollo sostenible», destacó. Por la mañana, al informar de los resultados, también hizo hincapié en el denominado «cash flow social», una variable que mide el aporte real de una determinada organización a la sociedad y que en Baleària creció el pasado año un 17,1%.

Durante su intervención aludió en reiteradas ocasiones al crecimiento sostenible. «No es posible que una empresa permanezca si no tiene objetivos de desarrollo sostenible que compartir. Los atajos no sirven», sentenció. Y entre esos objetivos citó los de la igualdad de género, el acceso a la educación y la sanidad o la renta básica. «Es necesario que seamos capaces de generar riqueza y progreso», añadió.

Nuevas terminales en 2018

Por otra parte, de sobre los proyectos previstos para este año, dijo que se diversificarían en nuevas construcciones, en continuar con la reconversión de motores de buques para ser propulsados por gas natural licuado, así como en nuevas terminales en Miami, Valencia y Barcelona. «Vamos a seguir trabajando en un mundo donde los cambios son veloces y, por tanto, la adaptación y digitalización serán importantes. Además, no es posible evolucionar sin unos valores compartidos. Solo hay un camino, hacerlo bien», resumió.