Aunque hasta la fecha las repercusiones han sido mínimas e, incluso, se podrían considerar positivas por la repercusión que ha tenido el traslado de las sedes sociales de numerosas empresas, el proceso independentista en Cataluña acabará pasando factura a la economía de la Comunidad Valenciana. Los fuertes lazos comerciales que unen a ambas autonomías y la paralización de inversiones que ha provocado la incertidumbre generada por el proceso restarán este año entre tres y cuatro décimas al crecimiento del PIB valenciano, en un ejercicio en el que, además, ya se preveía una desaceleración paulatina de la economía debido al agotamiento de los denominados «vientos de colas». Es decir, el impulso extra que supuso la caída de los tipos de interés o el afloramiento de la demanda de bienes embalsada durante la crisis.

Así lo pone de manifiesto el estudio Situación Comunidad Valenciana que ayer presentó BBVA Research, que calcula que el incremento del PIB pasará del 3,2% que se logró el año pasado a un 2,4% en 2018 y 2019, tres décimas menos que en su anterior previsión. Eso sí, el servicio de estudios del banco azul reconoce que los primero indicadores conocidos -como la afiliación a la Seguridad Social de enero- parecen ir mejor de lo esperado, lo que podría provocar una revisión al alza de estas cifras.

En este sentido, BBVA Research pronostica que el empleo seguirá creciendo y, en concreto, que se generarán 100.000 nuevos puestos de trabajo en la autonomía durante este bienio, lo que dejará la tasa de paro en el 13,3% a finales de 2019.

Además de los citados, el estudio también destaca otras amenazas para el economía de la Comunidad, como el nivel de saturación que se empieza a alcanzar en algunas zonas turísticas en temporada alta -lo que impide que pueda crecer más-, o la necesidad de seguir ajustando las cuentas de la Generalitat. Sobre esta cuestión, el responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, Rafael Doménech, señaló ayer que considera más determinante y urgente conseguir un nuevo sistema de financiación para la autonomía que una quita de la deuda actual, que considera muy improbable.