El Gobierno del PP aprobó el 10 de febrero de 2012 la reforma laboral para intentar rebajar las cifras del paro en plena crisis, al mismo tiempo que para incentivar el empleo y romper con la denominada dualidad en la contratación (fijos y temporales). Seis años después, el número de desempleados al pasar de los 265.500 del primer trimestre de 2012 a los 162.500 del último del pasado año. Así, la tasa de paro se ha reducido desde uno de los niveles más altos registrados en Alicante -el 29,4%- al 18% de finales de 2017, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). No obstante, los sindicatos advierten de que el descenso en la tasa también está relacionado con la caída de la población activa.

Por otra parte, desde la reforma, el empleo ha presentado una desigual evolución. En estos seis años, ha aumentado la creación de puestos de trabajo, en general, una vez que hace año y medio la economía inició un periodo de recuperación. El número de ocupados alcanza ahora la cifra de 742.400, frente a los 637.800 de hace seis años. Es decir, 104.600 más, de los que 70.900 son nuevos empleados a tiempo completo, frente al avance de 33.600 de los que tienen un contrato a media jornada en relación al primer trimestre de 2012. Sin embargo, el incremento relativo de los primeros ha sido inferior, advierten los sindicatos. El peso del 84,2% sobre el global de ocupados que representaban hace seis años ha pasado al 81,9%; mientras que los que tienen un empleo parcial, pese a aumentar menos en número, han crecido más en términos relativos. Han ganado peso en la contratación, y han pasado de representar el 15,7% del total de comienzos de 2012 al 18% actual.

La comparativa en relación con el primer año de crisis (2007) presenta, igualmente, un balance menos favorable para el trabajo a tiempo completo que a media jornada. Hace diez años, un 85,2% de los alicantinos trabajaban con horario completo y ahora el porcentaje ha bajado al 81,9%, mientras que la ocupación de media jornada ha pasado de representar el 14,7% del total al 18%. También en relación a hace diez años, el desempleo ha pasado de una tasa del 11,2% al 18% actual. En el cuarto trimestre de 2007, la provincia tenía a 98.100 personas sin empleo y ahora registra 162.500.

«Precariedad alarmante»

La valoración más negativa de los últimos seis años de vigencia de la reforma laboral procede de los sindicatos. Las organizaciones sindicales denuncian que la aprobación de esta normativa, entre otras repercusiones, «ha permitido que la precariedad se instale de forma alarmante en nuestro mercado laboral», según señalaba Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina, quien advertía, además, de que «el aumento de la parcialidad en el empleo, que ya comenzó con el inicio de la crisis y se mantiene, ahora, con la recuperación, puede convertirse en alimento para la economía sumergida». Desde las filas de CC OO, José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo del sindicato en las comarcas l'Alacantí-Les Marines, incide también en el alto nivel de temporalidad laboral, por lo que considera que «a esta situación, podemos añadir que los contratos con una duración inferior o igual a una semana suponen, prácticamente uno de cada tres temporales». Además, reitera que es un «empleo volátil, con excesivas rotaciones, que obliga al trabajador a estar pendiente del teléfono, porque le pueden llamar por la mañana para hacer unas horas por la tarde. En definitiva, un empleo mal organizado insostenible, que redunda en el recorte de los derechos laborales». Los dos sindicatos reclaman «revertir» la reforma laboral, «dadas sus consecuencias negativas al haber empeorado la calidad del empleo, además de que su aprobación supuso un recorte de derechos laborales y dio más facilidades a las empresas para despedir», coincidían Yaissel Sánchez y Ruiz Olmos. La dirigente de UGT, además, advertía de que, «pese a la recuperación, los trabajadores viven situaciones similares a los tiempos de crisis y continúan siendo empleados pobres».