En la era de la digitalización son pocas las pymes que dan la espalda a las nuevas tecnologías, que no asumen la importancia de ser visibles en internet y que carecen de página web. Otra cosa es que la tengan permanentemente actualizada o que su presencia en las redes sociales sea la que demanda el mercado. Precisamente, estas son dos de las principales carencias que ha detectado el programa TIC puesto en marcha por la Cámara de Comercio de Alicante para apoyar a las pymes en la implementación de planes de digitalización para ganar competitividad.

El proyecto, cofinanciado con fondos europeos Feder, subvenciona el 50% de la inversión realizada por las compañías para digitalizarse hasta un máximo de 7.000 euros. Y, según información de la institución cameral, a esta primera edición se han acogido 40 pymes y autónomos de la provincia, fundamentalmente del sector servicios.

Ayudar a las pequeñas empresas a «romper la brecha digital y que tomen conciencia de que la aplicación de las tecnologías de la información y comunicación no es un coste, sino una inversión; una herramienta que les ayudará a competir mejor» es el principal objetivo de este programa, según explicaba el presidente de la Cámara de Comercio, Juan Riera.

Al mismo tiempo que las empresas se han acogido a las subvenciones, dentro del plan se ha realizado un diagnóstico sobre su grado de digitalización, las posibilidades de mejora, así como un análisis de su nivel de competitividad con su entorno económico y mercado.

Portal digital

Y el estudio ha revelado que las principales carencias de las pymes son la falta de actualización de las web -tanto en diseño como en contenidos- o, incluso, no disponer de ellas. «Aunque en este último caso son pocas las que no tienen un portal digital», incidía Riera. Pero, igualmente, entre las que ya han dado los primeros pasos de la transformación digital, los principales problemas que se detectan son la «ausencia de una plataforma de comercio electrónico, la gestión inadecuada de la presencia en redes sociales o la falta de medición de los resultados o impactos de sus actuaciones en marketing digital», se detalla en las conclusiones del diagnóstico.

El mayor obstáculo de las pymes para iniciarse o reforzarse en el uso de las nuevas tecnologías es, precisamente, su pequeño tamaño y la falta de personal especializado o de la inversión necesaria para digitalizarse . No obstante, el mercado es muy exigente. Riera considera que en estos momentos es necesario un «cambio de tendencia» y de «concienciación» sobre la importancia de afrontar cuanto antes estos retos. En este sentido, insiste en que disponer de una web no significa solo visibilizar la imagen corporativa. Entiende que para las empresas «es necesario que ese portal esté actualizado, represente una comunicación real con los clientes o proveedores y pueda presentar un panel de los servicios», al igual que apostar por el e-commerce. Para ello se necesita, muy probablemente, integrar en las empresas a personal especializado o tener el asesoramiento exterior de una consultora que les ayude a gestionar adecuadamente la digitalización, explican en la Cámara.De ahí que incidan en que revertir estas carencias de las pymes y autónomos es el objetivo del programa TIC que han puesto en marcha las Cámaras de España.

Riera, además, considera que el plan tendrá continuidad en los próximos años, dado el carácter plurianual de los planes de fondos Feder, «y por interés en acogerse que hemos detectado por parte de las empresas en esta primera edición». De acuerdo con los datos de la institución Cameral, la Comunidad Valenciana, junto a Andalucía y Castilla-La Mancha, ha sido la autonomía donde más pymes se han acogido a estas ayudas directas.

Empresas del sector servicios

En general, el perfil de las firmas participantes responde a una micropyme del sector servicios (50,23%), con entre 2 y 9 trabajadores (46,31%) y que factura más de 300.000 eros (36,87%). Y por actividades, son empresas del comercio, la industria o el turismo las que más se han acogido.

Con este programa, las Cámaras persiguen que las compañías que participan «aumenten su productividad y ahorren costes, mediante la incorporación de procesos productivos más eficaces, además de que puedan aprovechar las oportunidades comerciales que ofrece actualmente la red mediante el comercio electrónico y el marketing digital».