La mejoría de la economía y del empleo, en general, parece que no está llegando a los jóvenes alicantinos, que, en muchos casos, están optando por volver a las clases para ampliar su periodo formativo -con masters o perfeccionando idiomas- con el fin de mejorar su empleabilidad. El último repunte del paro que registró la provincia en el cuarto trimestre del pasado año afectó de forma más acusada a los más jóvenes. Si la tasa de desempleo subió en Alicante hasta casi el 18%, entre los que tienen entre 16 y 24 años, el índice superó el 40%, mientras que en la franja de edad de entre los 25 y los 44, se elevó un punto y medio, al situarse en el 15,3%. Y entre los de 45 o más años, la tasa alcanzó el 17,5%, dos puntos y medio por encima que tres meses antes.

El crecimiento del paro entre los más jóvenes representa cuatro puntos más en relación al trimestre anterior y rompe la tendencia a la baja que se venía registrando, especialmente, en los últimos dos años, después de anotarse importantes subidas, como en el cuarto trimestre de 2013. Un periodo en el que la tasa de desempleo entre los jóvenes alicantinos de 16 a 24 años escaló hasta el 65,9%, según la comparativa de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Pero aquel índice tan elevado se producía cuando los efectos de la crisis -que ya entraba en una segunda fase- se recrudecían. Ahora, los «millennials» se encuentran con que tras diez años de recesión, y en fase de recuperación económica, las ofertas laborales «no son las mejores, ya que son empleos precarios, con contratos de corta duración y bajos salarios», incidía Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina. Con este escenario, los más jóvenes han decidido retomar los estudios o «prepararse de cara a las nuevas convocatorias de Oferta de Empleo Público, que ha estimulado la formación, sobre todo en idiomas», subrayaba Rafael Araújo, presidente de la Asociación Empresarial de Centros de Enseñanza y Formación en Alicante.

Menos población activa

Y los datos, igualmente, corroboran esta tendencia, ya que en el último trimestre del año pasado, en Alicante aumentó en 7.600 el número de personas que, dentro de la población inactiva, respondían a las preguntas de la EPA que su situación era la de estudiante. Pero, además, dentro de la población activa (ocupados y parados), el colectivo de alicantinos de entre 16 y 24 años ha registrado un descenso en 12.900 personas en sólo tres meses. Así, entre los ocupados la bajada en esta franja de edad ha sido de 10.600 personas. «Lo que significa que se está destruyendo empleo, ya que pese a que haya caído el paro en 2.300 personas en este colectivo, también disminuye el trabajo, lo que ha elevado la tasa de desempleo», explica Yaissel Sánchez.

Y las causas que encuentran los sindicatos para explicar esta evolución en pleno periodo de reactivación económica se resumen en tres: «encuentran trabajos inestables y con bajos salarios, por lo que optan por retornar a los estudios para mejorar su empleabilidad», apuntan desde UGT. La situación también «puede obligar a muchos jóvenes a tener que compatibilizar este tipo de empleos con los estudios para ampliar las posibilidades de encontrar un puesto mejor», añadía José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo de CC OO en l'Alacantí-Les Marines.

Más salidas en el exterior

Y, otra de las causas que señalan es que la falta de oportunidades laborales «empuja a los jóvenes, en general, y a los universitarios, en particular, a salir fuera del país para poder encontrar un futuro laboral», denuncia Yaissel Sánchez. Según los datos facilitados por UGT, en el último año - «a 1 de enero de 2017 eran más de 5.100 los alicantinos de entre 16 y 24 años que se habían marchado al extranjero. Un panorama insostenible y que evidencia que las políticas de empleo que se han ido anunciando para este colectivo no están funcionando», añadía la dirigente de UGT.

También Pedro Ródenas, que fue miembro del Consejo de la Juventud de Alicante y ahora es el responsable de Empleo de Jóvenes Socialistas a nivel nacional, pone en alerta de que «la situación, pese a la recuperación, no ha mejorado para este colectivo. El empleo que se ofrece es estacional. Se está afianzando el trabajo por horas, lo que aboca a los jóvenes a seguir estudiando», incide.

Ródenas, también, lamenta que la tasa de desempleo juvenil haya subido en la provincia y se haya situado a finales del pasado año en el 40,3%. «El empleo es el eje transversal de la vida de las personas. Es lo que te separa de estar en riesgo de exclusión social o no estarlo. Además, para los jóvenes, vivir en una prolongada situación de paro supone retrasar su emancipación», añade Ródenas.

Difícil emancipación

Una autonomía que muchos de los actuales «millennials» ven en un horizonte muy lejano. «Si no hay independencia fuera del hogar familiar, económica e, incluso, social, un joven actualmente es muy difícil que pueda emanciparse», apostilla Julián González, presidente del Consejo de la Juventud de Alicante, quien añade que, «aunque estamos viendo que parece aumentar la conversión de contratos temporales en fijos, no es suficiente».

Y explica que el repunte de la tasa de paro juvenil en la provincia en el último trimestre del año «no nos sorprende», ya que, «aunque se dinamiza la contratación entre los jóvenes por las campañas de Navidad, son trabajos muy cortos y rápidamente vas al paro otra vez». También enmarca el aumento de jóvenes que deciden ampliar sus estudios al hecho de querer «subir el nivel formativo para poder competir en el mundo laboral, que ahora tiene más exigencias. Y si estás en desempleo, aprovechas para aumentar tu currículum académico», explica Julián González.

En este sentido, la dirigente de UGT Yaissel Sánchez critica que «tras diez años de crisis económica y altos niveles de paro, se haya instalado el empleo precario y que estos trabajos a tiempo parcial (por horas) y con sueldos menores se identifiquen directamente con la juventud. Nos negamos a que el futuro de nuestros jóvenes sea la inestabilidad constante y que estén abocados a una pobreza laboral, a que no cumplan sus sueños, a que no puedan emanciparse e independizarse económica y socialmente».

Ampliar la formación

Por su parte, el presidente de la Asociación Empresarial de Centros de Enseñanza y Formación en Alicante, Rafael Araújo, también añadía otra variable al aumento de jóvenes deciden ampliar sus estudios. Y es que, tras un largo periodo de «sequía», en los últimos tiempos se han anunciado Ofertas Públicas de Empleo que han impulsado a los jóvenes a matricularse en centros de formación para prepararse. Araújo habla de que el crecimiento se ha detectado, especialmente, en el área de los idiomas. También incluía, en este caso, las convocatorias de Oferta de Empleo Público realizadas desde la Generalitat, «por lo que hay un aumento de los jóvenes que quieren mejorar el valenciano para tener el nivel exigido». Por otra parte, en las academias también se viene detectando un incremento de las matriculaciones de los jóvenes universitarios de primer curso «que han comenzado una carrera, pero quieren cambiar de titulación», porque no les acaba de convencer la elegida originariamente. En estos casos, acuden a las academias para recibir la formación necesaria que les «permita mejorar la nota en la fase específica de la Selectividad», explicaba Araújo.