La decisión de las asociaciones que impulsan la nueva Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal) de constituirse como una organización autonómica no fue muy bien recibida ayer en las filas de la CEV, donde no entienden el desafío que lanzaron el lunes los miembros constituyentes de esta nueva confederación cuando, al mismo tiempo, aseguran que quieren llegar a un acuerdo de integración. «Desde luego, no es la mejor forma de empezar», apuntaron las fuentes consultadas.
En cualquier caso, un acuerdo que se antoja bastante complicado ya que desde la patronal presidida por Salvador Navarro también dejaron claro que no están dispuestos a modificar ahora sus estatutos para contentar a las organizaciones que impulsan Uepal y que pretenden, entre otras cosas, que se les adjudique automáticamente la presidencia del consejo empresarial de Alicante de la CEV, si entran en esta organización. Así, insisten, en que las reglas serán las mismas para todos y que si la nueva organización alicantina quiere la presidencia de este organismo deberán tener en la asamblea más vocalías -o, lo que es lo mismo, pagar más cuotas- que el resto de asociaciones de la provincia que ya forman parte de la CEV o, en su defecto, pactar con ellas.
De lo contrario, se estaría dejando en una situación de desventaja a Fempa, Hosbec, Avecal o la Asociación del Juguete, que decidieron integrarse directamente en la nueva patronal autonómica, según insisten las mismas fuentes, que confirman que el asunto llegó a tratarse durante el comité ejecutivo que la CEV celebró el pasado viernes y fue rechazado.
En el caso de que Uepal no esté dispuesta a someterse a estas reglas, desde la CEV señalan que no tendrán ningún inconveniente en «competir» con ella y demostrar cuál de ellas es más representativa.
El órdago de Cepyme
En Valencia también ha sentado bastante mal la presencia entre los asistentes a la reunión constituyente de la nueva confederación alicantina del presidente del Cepyme, Cristóbal Navarro, que la semana pasada remitió un escrito a la Conselleria de Economía para exigir que se retire a la CEV el reconocimiento como organización empresarial más representativa de la Comunidad -lo que le da derecho a designar a los portavoces de los empresarios en los distintos organismos públicos y a cobrar las correspondientes ayudas- y se nombre en su lugar a Cepymeval, la patronal que agrupa a las pymes de la autonomía.
Aunque se trata de una organización fantasma, que se quedó en el limbo tras la desaparición de Cierval, ya que no tenía estructura propia, Cristóbal Navarro argumenta que jurídicamente sigue existiendo y que es la organización de más rango. Entre otras cosas, porque la propia CEV es miembro de Cepymeval y, por tanto, toda la representatividad que tiene la primera también la tiene la segunda. La CEV acordó el viernes solicitar su baja. Por su parte, Cristóbal Navarro defendió ayer la decisión de Uepal de declararse autonómico y acusó a Salvador Navarro de querer «doblegar» a los empresarios alicantinos.
