La batalla por pertenecer al pleno de la Cámara de Comercio de Alicante va a ser más concurrida de lo que muchos esperaban. Aunque las listas definitivas no se conocerán hasta hoy, los primeros datos tras cerrarse el plazo para la presentación de candidaturas indican que únicamente en cuatro de los 16 grupos y subgrupos en que se divide este órgano no será necesario celebrar votaciones para elegir a sus miembros. En el resto, el número de candidatos ha superado ampliamente a las vacantes existentes, lo que indica el interés que parecen haber despertado estos comicios.

No en vano, tras la liquidación de Coepa, la Cámara se ha quedado como la principal institución empresarial de la provincia y, además, con unas cuentas saneadas, lo que ha generado cierto «efecto llamada» entre aquellos que aspiran a tener algún cargo de relevancia, según se comentaba ayer en los pasillos de la institución.

En total, de los 60 miembros del pleno, son 40 los que se someten a votación repartidos en grupos y subgrupos que representan a los distintos sectores económicos de la provincia. De esos 40, ya habría siete que tendrían la plaza asegurada, al coincidir el número de miembros que designan en su grupo con las candidaturas presentadas. Eso significa que habrá 33 sillones en disputa, para los que ya han empezado a producir los primeros movimientos en busca de alianzas para favorecer la elección de determinados candidatos.

En concreto, ayer mismo representantes de la Federación de Empresarios del Metal (Fempa) y de la Federación Alicantina del Comercio (Facpyme) lideraron un encuentro para analizar la situación y apoyarse mutuamente para obtener el mayor número de representantes posible, por ejemplo, retirando a determinados candidatos o comprometiendo votos para otros. Estos pactos son habituales en las elecciones de la Cámara y no es extraño que Fempa y Facpyme se alíen, si se tiene en cuenta que ambas organizaciones aspiran a entrar también en el comité ejecutivo de la institución. La primera ha presentado hasta ocho candidaturas al pleno mientras que los comerciantes aspiran a obtener hasta una decena de sillones.

El que no tendrá que pelear es el presidente de Fempa, Guillermo Moreno, que entrará, si nada se tuerce, por el cupo de la patronal autonómica, la CEV, que debe designar en total a ocho de los miembros del pleno. Claro está, siempre que no prospere el escrito que ha presentado el presidente de Cepyme Alicante, Cristóbal Navarro, para exigir que se retire a la CEV el reconocimiento de patronal más representativa de la Comunidad Valenciana, lo que podría torpedear el proceso.

Curiosamente, tampoco Navarro deberá medirse en las urnas para formar parte del pleno de la Cámara ya que aspira a entrar por el cupo de 12 miembros que se reservan para las empresas que han realizado las mayores aportaciones económicas a la institución. Un sistema por el que también podrían garantizarse un sillón los representantes del Sabadell, Vectalia, Hidraqua, Masymas, Carmencita, Seur, MG Wines, Clave I o Ibidem, según las fuentes consultadas, aunque no será hasta después de la designación de los miembros electos cuando se conozca la lista definitiva.

De momento, eso sí, la pelea por estar en el pleno no afecta a la carrera por la presidencia, donde Juan Riera es el único que ha reconocido públicamente su intención de competir y todo apunta a que no tendrá rival. Eso sí, Riera debe garantizarse antes que entrará en el pleno como miembro electo ya que, de lo contrario, no podrá optar a la presidencia. Para elevar sus posibilidades concurre por tres grupos distintos -Promoción y construcción, Comercio y Actividades Profesionales- pero hasta hoy no sabrá si ya tiene asegurado un sillón o si deberá luchar en las urnas o buscar alianzas.