El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) avanza en la mejora de su gobernanza. Tal y como se aprobó el verano pasado, el IVF abrirá por primera vez en la historia sus órganos de gobierno a la presencia de personas independientes, de reconocido prestigio y sin vinculación clara con la política. Estos vocales serán mayoritarios (62,5% del total) frente a los representantes del sector público (37,5% del total).

La configuración definitiva del IVF se dará a conocer en el primer semestre del año, tal y como avanzó la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, anteayer. Pero ya se ha perfilado la estructura del consejo general, el máximo órgano rector. Tendrá ocho vocales, en vez de los diez previstos cuando se aprobó el nuevo Reglamento Orgánico y Funcional (ROF) del Instituto en julio de 2017. Entonces, se fijó que el consejo tendría diez miembros, cinco del sector público y cinco independientes. Finalmente, se ha decidido que sean ocho y no diez.

De este modo, el Consell tendrá tres representantes del consejo del IVF (correspondiéndole así el citado 37,5%) y los otros cinco miembros serán independientes (el 62,5%). Los vocales designados por la Generalitat serán el conseller de Hacienda, Vicent Soler; el director general de Economía, Francisco Álvarez Molina; y el director general del IVF, Manuel Illueca. Así lo explicó ayer a este periódico el propio Illueca. Los cinco restantes serán independientes.

Los tres ya forman parte del consejo general del IVF, por lo que seguirán en sus puestos. No sucederá así con otras dos vocales vinculadas a la Administración: Clara Ferrando (secretaria autonómica de Hacienda) y María José Mira (secretaria de Modelo Autonómico y Financiación), según se desprende de la nueva configuración. La intención del Consell es que los cinco restantes, los independientes, sean consensuados entre las fuerzas políticas, la patronal y los sindicatos. Todos los elegidos deberán cumplir los requisitos de idoneidad fijados por el Banco de España. «Lo más probable es que casi todos provengan del mundo académico», explica Illueca, porque los profesionales del sector financiero están en puestos que les requieren dedicación prácticamente absoluta. Illueca espera que la CEV y los sindicatos, que hoy controlan dos puestos en el consejo del IVF -ocupados por Salvador Navarro (CEV) y Dávid Llácer (CC OO)- cedan sus vocales para llegar al cupo de cinco independientes.

Por otra parte, la nueva configuración del IVF únicamente como banco público del Consell le obliga a ceder competencias vinculadas a la Administración que ahora tiene bajo su órbita y que pasan a depender de la Conselleria de Hacienda. Illueca destaca dos áreas principales que dejan de depender del IVF y se encomiendan a Hacienda: la gestión del endeudamiento del sector público, del Consell y de sus empresas públicas; y el control, inspección y disciplina de las entidades financieras cuya supervisión prudencial sea competencia de la Generalitat.