Por si quedaba alguna duda, el pleno del Consell ha ungido hoy definitivamente a la CEV como nueva patronal autonómica al concederle una subvención de 650.000 euros para compensarle por los gastos de su participación en distintos foros públicos en representación de los empresarios de la Comunidad a lo largo de 2017. Unos fondos en principio previstos para la ya desaparecida Cierval, que posteriormente se encargaba de distribuirlos a las tres patronales provinciales que eran sus socios: la propia CEV, Coepa y la CEC que, de esta forma, se quedan sin fondos.

Ya el pasado mes de mayo la Conselleria de Economía había acreditado a la CEV como organización empresarial más representativa de la Comunidad Valenciana en sustitución de Cierval, después de que esta última solicitara su liquidación voluntaria -por las deudas de sus socios de Alicante y Castellón- y que la organización valenciana modificara sus estatutos para cambiar su ámbito de actuación de provincial a autonómico. Un paso que provocó el enfrentamiento de la organización presidida por Salvador Navarro con Coepa y la castellonense CEC, con las que no se llegó a un acuerdo para su integración.

Desde ese momento, los representantes de la CEV fueron sustituyendo a los de Cierval en todos los foros públicos -desde el Observatorio de la Industria al Comité Económico y Social- y para los presupuestos del próximo año ya se establecía a la organización valenciana como la beneficiaria de las ayudas nominativas previstas en la Ley de Participación Instittucional.

Sin embargo, faltaba por saber qué ocurriría con los fondos previstos en los presupuestos de 2017, que estaban asignados a Cierval. Finalmente, la Consellería ha decidido otorgárselos a la CEV en proporción a los meses desde los que tiene consideración de autonómica y en función de los proyectos en los que ha participado. De ahí que sean 650.000 euros frente a los 2,4 millones previstos en las cuentas públicas de la Generalitat inicialmente.

Quienes se quedarán sin ver un sólo euro, a pesar de que sus representantes también han ejercido labores de representación institucional en varios foros, son Coepa y la CEC ya que las subvenciones sólo se dan a organizaciones de ámbito autonómico y que acrediten encontrarse entre las más representativas de la Comunidad. La alicantina, que en su plan de viabilidad contemplaba el cobro de unos 200.000 euros por este concepto, intentó modificar sus estatutos para cambiar su ámbito también a autonómico pero el departamento que dirige Rafael Climent tumbó el cambio alegando que la asamblea que lo aprobó carecía del quórum necesario.