Llega la hora de la verdad. A partir del próximo 1 de enero entrará en vigor definitivamente el denominado sistema de Suministro Inmediato de Información (SII) del IVA, lo que significa que las empresas afectadas deberán presentar a la Agencia Tributaria todas sus facturas en un plazo máximo de cuatro días frente a los ocho que regían desde el pasado 1 de julio, cuando se empezó a implantar el nuevo mecanismo. Un cambio sustancial que, sin duda, dejará sin vacaciones estas navidades a los responsables de contabilidad de las más de 2.500 firmas alicantinas que forman parte del censo de compañías incluidas en el SII, ante el temor a que cualquier error o retraso conlleve una de las sanciones que prevé la normativa.
Aunque la implantación de este sistema no ha sido el caos que muchos anticipaban hace unos meses, lo cierto es que la obligación de remitir las facturas con tanta celeridad -una medida destinada a evitar el fraude- ha supuesto un notable incremento de las cargas administrativas para las empresas afectadas, de entre un 10% y un 15%, según las estimaciones del decano-presidente del Colegio de Economistas de Alicante, Francisco Menargues. No en vano, como apunta el experto, el SII no sólo obliga a las compañías a realizar su contabilidad casi en directo, sino que, además, también implica proporcionar a Hacienda mucha más información sobre cada una de las facturas, lo que supone aún más presión. «Son recursos que no puedes dedicar a otras tareas», señala Menargues.
Pero, sin duda, la cuestión que más preocupa a los empresarios son las posibles multas. El Gobierno ha previsto sanciones proporcionales del 0,5% de las facturas que no se presenten a tiempo, con un mínimo de 300 euros y un máximo de 6.000, una cantidad nada despreciable. «Con estos plazos y la carga de trabajo que supone es fácil caer en algún error y, por desgracia, Hacienda no distingue y te multa igual», se lamenta Menargues.
Una queja que comparte el presidente de Cepyme Alicante, Cristóbal Navarro, que critica el «excesivo rigor» que aplica la Administración en estos casos y la poca diligencia que, sin embargo, muestra a la hora de enmendar sus propios errores. «Si tú te equivocas te cae la multa, si lo hacen ellos no pasa nada», asegura el empresario, quien considera que el proceso de implantación se debería haber hecho de forma más gradual para dar tiempo a las compañías a adaptarse y que no tengan que hacerlo sólo «a base de garrote».
Devoluciones más ágiles
Para la Agencia Tributaria, por su parte, el balance de estos casi seis meses no puede ser más positivo. Según la información facilitada a este diario por el organismo público, el grado de cumplimiento del nuevo sistema en la Comunidad Valenciana supera el 95%, casi cinco puntos más que la media, por lo que no prevén mayores dificultades en dar el siguiente paso a partir del próximo 1 de enero.
Además, destacan las bondades del nuevo sistema. Así, aseguran que el Suministro Inmediato de Información ha logrado reducir en 12 días -más de un 20%- el plazo medio de devolución del IVA para los que estaban inscritos en el Régimen de Devolución Mensual. «No es simplemente una herramienta para el control tributario, sino también una herramienta que favorece la liquidez de las empresas y mejora su gestión del impuesto, dado que permite reforzar sus procesos internos de facturación y contabilidad», señalan desde la Agencia Tributaria. En otras palabras, que es una forma de facilitar el cumplimiento a los buenos contribuyentes. Unos contribuyentes que, hasta la fecha, ya han remitido por este sistema más de 1.500 millones de facturas en todo el país.
Lucha contra el fraude
A pesar de que el Gobierno niega la intención recaudatoria, lo cierto es que España siempre ha tenido en la recaudación de este impuesto uno de los puntos negros de su política fiscal, debido a los elevados índices de fraude que se dan. Así, según las últimas cifras de Eurostat, España es el tercer país de la UE que menos ingresa por IVA, sólo el equivalente al 6,4% de su PIB, una cifra que sólo es más baja en Irlanda, con un 4,7%, e Italia, con un 6,1%.
Y eso a pesar de que las subidas de tipos que se han aplicado en el gravamen -el tipo general ha pasado en estos años del 16 al 21%- han conseguido que el IVA sea uno de los pocos tributos donde la recaudación ya hace tiempo que supera a la que se registraba antes del estallido de la crisis.
En el caso de Alicante, por ejemplo, en 2016 la Agencia Tributaria ingresó por IVA 1.142 millones frente a los 900 que consiguió en 2007, y en lo que va de ejercicio, se anota otro incremento del 8%
