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Más de 261.000 trabajadores alicantinos ganan menos del salario mínimo anual

La cifra de asalariados pobres aumenta en 6.409 personas en el último año y más de un 80% del incremento se concentra en las mujeres

Los trabajadores del campo son los que tienen los ingresos más bajos. efe

La recuperación económica está permitiendo que cada vez sean más los alicantinos que logren encontrar un trabajo y salir, aunque sea temporalmente, del pozo del desempleo. Sin embargo, esa misma recuperación y, sobre todo, la escasa calidad del empleo que se crea también está llevando a que cada vez sean más numerosos los trabajadores que, a lo largo de todo un año, no logren ingresar ni el equivalente al salario mínimo interprofesional con las distintas ocupaciones que encadenan en ese tiempo. Es decir, que no logran reunir ni 9.000 euros anuales.

Así lo refleja el último estudio sobre Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias que elabora la Agencia Tributaria en base a las retenciones que practican las empresas a sus empleados en las nóminas. Un informe que eleva hasta 261.147 el número de trabajadores pobres de la provincia en 2016- los que no llegan a la citada cantidad-, lo que supone 6.409 más que en el ejercicio anterior y la cifra más elevada de la última década.

En total, son el 38,9% de todos los alicantinos que el año pasado cotizaron por cuenta ajena -aunque sólo fuera un día-, que sumaron 671.383. Un porcentaje cinco puntos superior al que se da en el resto del país y que, según UGT y CC OO, refleja la enorme precariedad que azota el mercado laboral de la provincia y las malas condiciones de los puestos de trabajo que se generan en estos momentos.

A tiempo parcial

Hay que recalcar que los trabajadores que no logran ingresar ni el equivalente al salario mínimo interprofesional anual -que en 2016 era de 9.172 euros brutos, divididos en 14 pagas- no significa que estén cobrando por debajo de lo que marca la ley, sino que la mayoría son empleados a tiempo parcial o personas que únicamente consiguen ocuparse durante unos meses al año, bien porque trabajan en algún sector estacional, como el turismo o el turrón, o bien porque sólo encuentran empleos temporales. El resultado, en cualquier caso, es la existencia de una amplia bolsa de profesionales con unos ingresos muy reducidos, que a duras penas les dan para subsistir.

Una realidad que siempre se ha dado en Alicante, debido al tipo de actividades que predominan en la zona, pero que la crisis ha disparado. «Esto no es una recuperación. Lo que se está haciendo es trocear el empleo para rebajar costes y el resultado son trabajadores cada vez más pobres», asegura la secretaria comarcal de UGT, Yaissel Sánchez.

A ello hay que añadir el elevado nivel de economía sumergida que se da en la provincia, lo que provoca que muchos de los empleos a tiempo parcial que reflejan las estadísticas escondan, en realidad, auténticas situaciones de «explotación laboral», según apunta el portavoz de CC OO en L'Alacantí, José María Ruiz Olmos.

Uno de los aspectos más preocupantes que ponen de relieve las estadísticas de Hacienda es la feminización de esta pobreza laboral. De todos los alicantinos que no ganan ni el salario mínimo al año, un 55% son mujeres, pero entre los nuevos trabajadores pobres ellas suponen el 80,3%. Un dato que tiene que ver con el hecho de que todavía haya ocupaciones que se consideren femeninas -como el personal de limpieza- que, generalmente, están peor pagadas. Algo que los sindicatos tratan de remediar exigiendo salarios mínimos de 1.000 euros mensuales en todos los convenios, según apunta Yaissel Sánchez.

Una subida escasa

En términos generales, el informe de la Agencia Tributaria recoge que los ingresos salariales medios declarados por trabajador en la provincia se situaron en 2016 en los 15.597 euros, lo que supone un aumento de tan sólo un 1,1%, inferior incluso al registrado en 2015, cuando los sueldos de los alicantinos mejoraron un 1,4% por primera vez, tras varios ejercicios de caídas. En cualquier caso, un incremento tan reducido que, lejos de acortar la distancia que existe con el resto del país, la agrandó.

Así, el salario medio en la Comunidad Valenciana fue de 17.222 euros -1.625 euros más que en la provincia frente a los 1.580 de diferencia que existía en 2015- y en el conjunto de España alcanzó los 18.835 euros -3.238 euros más que en Alicante cuando un año atrás la distancia era 18 euros menor-.

En cuanto al número de alicantinos que declara algún ingreso salarial, la cifra ha pasado de 645.688 a 671.383, lo que refleja el mayor dinamismo de la economía durante el citado periodo. Eso sí, si se analiza la distribución por tramos de salario lo que se observa es que la mayoría de este aumento se concentra entre los colectivos que menos cobran. Así, además de los trabajadores que ingresaron menos del salario mínimo anual -que aumentaron en 6.409, como ya se ha señalado-, el grueso del incremento se concentró entre los que cobraron entre una y dos veces el SMI, es decir, entre 9.000 y 18.000 euros, que sumaron casi 13.000 más.

Por el contrario, a medida que se asciende en la escala salarial, el incremento es menor. Por ejemplo, el número de alicantinos que cobró entre 7,5 y 10 veces el SMI (entre 68.790 y 91.720 euros) apenas varió, al pasar de 4.860 a 4.895. Y los afortunados que cobraron por encima de esa cantidad incluso se redujeron : en 2016 sólo 2.165 residentes de la provincia declararon un sueldo superior a los citados 91.720 euros, seis menos que en 2015.

Igualmente, lo que tampoco mejora es la brecha salarial entre hombres y mujeres. Ellas cobraron una media de 13.845 euros, 3.234 menos que los varones, de acuerdo con la información de la Agencia Tributaria.

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