El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha insistido este jueves en el Congreso que el Cupo vasco no es un privilegio "ni moneda de cambio" de nada, sino que es una "singularidad de la España plural" que beneficia al País Vasco pero también al conjunto del país. A la vez, se ha comprometido a acordar en los primeros meses de 2018 la reforma del sistema de financiación para el resto de comunidades, salvo Navarra, y que sus efectos se reflejen en los Presupuestos del año que viene.

Montoro ha defendido la Ley del Concierto Económico y la Ley del Cupo vasco en el Pleno del Congreso, que aprobará ambos proyectos en lectura única y sin cambios, porque son leyes pactadas entre el Gobierno y el Ejecutivo vasco que no admiten enmiendas en las Cortes.

El ministro se ha detenido en explicar algunas cifras de cómo se calcula el Cupo tras las críticas que el resultado de aplicar este modelo fiscal empieza a tener tanto en el Congreso como entre expertos en el sistema de financiación autonómica. "Tiene uno que leer y escuchar algunas cosas que merece la pena explicarlo. Espero que sea comprensible para todos cómo llegamos a estas cifras. Cuanto más atención dediquen más se enterarán", les ha dicho a los diputados con sorna.

Competencias no transferencias al País Vasco

Ha explicado así que el Cupo representa lo que el País Vasco contribuye a las arcas del Estado por las competencias que éste presta en Euskadi, que no están transferidas. Según las leyes que hoy se aprueban, ascenderá a 1.300 millones anuales en el próximo quinquenio, aunque a esta cifra se le aplican diversos descuentos, por lo que las haciendas vascas pagarán será menos. Este ejercicio, unos 945 millones.

Montoro ha señalado que esas competencias del Estado ascienden a 185.000 millones, pero el País Vasco paga de esa cantidad el 6,24 por ciento, que es lo que se calcula que pesa en la economía nacional. De la cifra resultante (11.000 millones) se restan a su vez los ajustes por ingresos no tributarios, los tributarios no concertados y el déficit público, siempre aplicando ese 6,24%.

"Una vez realizados estos ajustes y compensaciones, se establece el Cupo líquido a pagar, 1.300 millones", ha resumido el ministro, que ha añadido que a esa cifra se le restarán ahora los ajustes por las Políticas Activas de Empleo (transferidas a Euskadi). También se restará la parte de los 1.400 millones de euros que, según han pactado ambas partes, se calcula que Euskadi ha pagado al Estado de más en los años que no se ha renovado el Cupo y que el Gobierno le va a devolver también en cinco años.

"Cuando hay lealtad y respeto a la ley, cualquier acuerdo es posible. Este acuerdo va a beneficiar al País Vasco y al interés general de España, por su contenido económico y porque contribuye a la estabilidad del país", ha añadido.

Reforma del sistema de financiación

El ministro ha insistido este jueves en que quiere cerrar el acuerdo para reformar la financiación de las comunidades del régimen general en los primeros meses de 2018 y ha vuelto a pedir al PSOE su apoyo. Si no se ha hecho antes, ha dicho, es porque la crisis económica lo "hacía inviable", como también la reforma del Cupo.

"El Gobierno se mantiene comprometido con plazos y con la consecución de acuerdos cuanto antes, que acordemos un nuevo modelo en los primeros meses de 2018", ha dicho, para añadir que los objetivos del nuevo sistema "deberían incorporarse a los Presupuestos de 2018".

El responsable de Hacienda ha añadido que su departamento también trabaja en cerrar en breve la actualización del Convenio Económico navarro (similar al sistema vasco), pero también para la aprobación del Régimen Especial de Baleares, la renovación del Régimen Especial Fiscal canario y los sistemas de Ceuta y Melilla. "Estas normas tienen en común que representan la pluralidad de España, aportan riqueza y fotaleza al país", ha concluido.