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Javier Fur | Presidente del Círculo de Economía de Alicante

«En Alicante faltan líderes que tracen una estrategia de provincia»

Tras seis años al frente del Círculo de Economía, el ejecutivo de Guardamar se ha consolidado como una de las voces destacadas del empresariado alicantino. ¡¡

«En Alicante faltan líderes que tracen una estrategia de provincia»

n La próximos 20 y 21 de noviembre Alicante y Elche acogen el congreso nacional de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que reunirá a más de un millar de personalidades de primer nivel. ¿Qué supone para el Círculo de Economía de Alicante ser los anfitriones del evento?

Es un salto de calidad grandísimo. Fue un objetivo que nos planteamos cuando accedí a la presidencia y visualicé lo que era el congreso y el potencial que tenía como dinamizador de la actividad. Y no ha sido fácil. Los últimos años han sido difíciles en toda España pero en la provincia de Alicante, especialmente, quizá los mensajes que hemos mandado fuera no han sido los correctos, lo que nos ha obligado a tener que ir cubriendo una serie de etapas hasta que CEDE ha confiado en nosotros y ha puesto toda su maquinaria en funcionamiento para celebrar el congreso aquí.

¿Qué impacto puede tener para la provincia la celebración de un evento de estas características?

Creo que el primer impacto es que contribuirá a poner a la provincia en el mapa del mundo empresarial. Van a venir empresas de primer nivel y grandes líderes para debatir sobre asuntos tan importantes como el cambio tecnológico, la ética o los valores y esta presencia va a suponer un escaparate fantástico para poner en valor lo que hacemos en la provincia. Además, en este tipo de eventos también se producen muchos contactos que acaban generando actividad económica.

Como usted señala, no es muy habitual que se tenga en cuenta a Alicante para este tipo de actos. ¿A qué atribuye este poco peso de la provincia a nivel nacional, tanto en lo económico, como en lo político?

Creo que no hemos mandado un mensaje común. Al final, esto es como una empresa, donde tiene que interiorizar la estrategia toda la organización, desde el becario hasta el director general. Trasladado a un territorio, es lo mismo. Tendríamos que tener un mensaje claro, una historia y saber contarla bien. No ha habido esa estrategia común. Pero soy optimista y creo que eso va a cambiar.

Usted también ha señalado públicamente en alguna ocasión que parte de esa mala imagen de la provincia se debe a la corrupción. ¿Se ha superado esa etapa?

Bueno, estamos en camino de superarla, ya vemos más transparencia en todo. Como le comentaba, en el congreso también se va a hablar de la ética y los valores, porque son muy importantes: no se puede ganar dinero a cualquier precio. También creo que en este momento estamos pasando un poco de página, la gente está cansada. La justicia debe actuar pero los empresarios y directivos tenemos que dedicarnos a generar actividad económica, que es lo que genera bienestar en un territorio.

Van a hablar ustedes de las oportunidades y riesgos que supone la digitalización, ¿cómo ve a la provincia en ese terreno?

La transformación digital es un reto que tenemos que afrontar todos y lo cierto es que ni siquiera sabemos bien qué va a ocurrir en los próximos años. Ya están apareciendo muchísimos nuevos negocios, otras formas de generar actividad, también la llamada economía colaborativa y todo eso habrá que regularlo y legislarlo, lo que también supone un desafío. En cuanto a la provincia, creo que somos una tierra de oportunidades, de talento y de gente preparada. No veo que haya diferencias con otros territorios, sólo tenemos que tomar conciencia de que la transformación digital es ya una realidad.

Uno de los problemas que han surgido en este terreno es la convivencia entre esas nuevas empresas de la economía colaborativa y las compañías tradicionales. En concreto, hay mucha polémica con las webs de apartamentos turísticos, ¿cree que debería limitarse esta actividad?

Creo que es muy difícil poner puertas al campo pero, evidentemente, hay que regularlo para que puedan convivir los dos mundos, el tradicional y la mal llamada economía colaborativa. No pueden competir con ventajas distintas, todos tienen que tener los mismos derechos y obligaciones.

¿Que valoración hace de la situación económica? ¿Hemos dejado atrás la crisis?

Como empresario, soy optimista aunque es cierto que todavía hay datos negativos, como los del desempleo, con una tasa de paro de más del 16%, en los que hay que seguir trabajando. No obstante, en término generales, creo que, aunque no hayamos salido completamente de la crisis, estamos ya en la recta final. Hay muchísima más actividad, se hacen inversiones, las empresas se han internacionalizado... Y en el caso de Alicante, igual que fue una de las primeras provincias en caer, también es una de las primeras que empezó a salir.

Entonces, ¿ve mejor la economía alicantina que la del resto del país?

Sí. Aquí el peso del mercado internacional ha hecho mucho y ha favorecido a motores económicos como el turismo. También ha habido una capacidad de reinvención del tejido industrial que ha sido fantástica y que ha permitido aprovechar oportunidades.

A pesar de ello, ¿cree que la provincia sigue sin tener un modelo de desarrollo económico claro?

Creo que habría que tener una reflexión sobre eso. Creo que faltan líderes empresariales y políticos que se pongan a trazar una estrategia de provincia. Somos un conjunto de comarcas muy diversas y eso es bueno, pero también debe haber gente con liderazgo y altura de miras que tenga capacidad de gestionar el conjunto. Si fuéramos capaces de sentarnos a diseñar una estrategia compartida para beneficiar a la mayoría sería muy positivo.

¿Las organizaciones empresariales no han sabido ejercer ese liderazgo?

Bueno, venimos de una situación muy difícil pero yo no quiero hablar del pasado, miro hacia el futuro. Y lo que pienso es que faltan líderes que puedan llegar a consensos en las empresas, en la sociedad, en la Administración. Líderes capaces de gestionar la diversidad.

¿Pero quién debe ejercer ese liderazgo?

No lo sé, tampoco tengo la fórmula. Al final, un líder es el que es capaz de marcar un camino y que la gente le siga.

Sé que no es un tema que le guste, porque afecta a su socio en el Grupo Marjal, a Francisco Gómez, pero no puedo dejar de preguntarle por cómo ve la situación de Coepa

Yo confío en que Coepa y la CEV sean capaces de llegar a un acuerdo. A veces deshacer entuertos del pasado no es fácil pero soy optimistas y creo que en esas organizaciones hay gente competente que va a saber resolverlo. Porque necesitamos una patronal fuerte pero también que refleje el peso específico de cada una de las provincias. Tiene que haber una estrategia común de Comunidad, que pueda representar al tejido empresarial, pero también es evidente que Alicante es distinta de Valencia o ésta de Castellón. De nuevo, hay que saber gestionar esa diversidad.

Volviendo a la situación económica, ¿qué medidas harían falta para consolidar definitivamente la recuperación?¿Qué pediría a la Administración?

Hay muchos retos por delante pero lo principal que hay que pedir a la Administración es que sea facilitadora, que no ponga trabas y que dé certidumbre, que es muy importante. Lo que no puede ser es que, cuando tramitas una cosas, no sepas si va a tardar seis o diez meses.

¿A qué se refiere concretamente?

Me refiero a todo, en general. Hemos llegado a una burocracia excesiva. Quizá por la corrupción que hubo ahora hemos llegado a una especie de parálisis, a un momento en que nadie se atreve a poner una firma porque aquello puede suponer que mañana alguien le diga algo. Tenemos que tener gente en la Administración que sea competente, que tome decisiones y que sea facilitadora. Si no damos certidumbre, no va a haber inversión. Ya hay muchas cosas que no podemos controlar -lo que haga Trump o Corea del Norte- pero lo que dependa de las administraciones locales o de la Comunidad, debería ayudar a la estabilidad.

¿Con esto entiendo que se refiere a los retrasos que existen en muchos municipios con la tramitación de las licencias de obras o también a los proyectos legislativos de la Generalitat, como el Pativel, con el que pretende limitar la contrucción en la costa?

A todo. Tienes el Pativel, está el tema de la tasa turística, que si se pone que si no se pone, tienes el tema de las licencias de los ayuntamientos, que están paralizadas en muchos municipios... Al final hay gente que quiere invertir, que quiere promover, y son esperas de ocho meses, de nueve meses... y no puedes estar tú con una inversión hecha y comprada durante diez meses sin poder hacer nada. Porque, si tienes clientes, se van a aburrir y se van a ir.

¿Cómo valora, entonces, la gestión del Consell?

Todo parte de que, al final, no hay una estrategia global. En cualquier organización tienes que tener una estrategia y que todos la sigan. Quizá en el Consell se tendría que haber hecho ese trabajo previo en un despacho y aclarar conceptos y, a partir de ahí, decir «ésta es la hoja de ruta y ahí nos tenemos que mantener». Porque lo que no puedes hacer es ir dando bandazos en temas importantes y no dar esa certidumbre a las inversiones. Eso puede lastrar la actividad económica. Lo que necesitas de la Administración es que tenga altura de miras y que sea facilitadora para que se cree esa actividad económica. No pueden estar cada uno tirando para un lado.

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