El que fuera gobernador del Banco de España en buena parte de los años de la crisis económica, Miguel Angel Fernández Ordóñez, desveló ayer en el Congreso que el entonces presidente valenciano Francisco Camps le instó a no intervenir la CAM, una conversación que, según añadió, quiere «olvidar». Ante la comisión de investigación de la crisis y el rescate financiero, Fernández Ordóñez aseguró que, en sus seis años al frente del Banco de España (2006-2012) no recibió instrucciones políticas ni del Gobierno del PSOE, ni del PP.

Pero sí hizo una excepción al mencionar una «conversación» con el que fuera presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, del PP. «Lo único, una conversación con el señor Camps, que quiero olvidar, para que no interviniéramos la CAM», afirmó ante los diputados.

Durante su intervención, el exgobernador indicó que no todas las cajas de ahorro supusieron un problema, pero sí subrayó que las de algunas comunidades, las radicadas en la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, Cataluña y Castilla y León, sí supusieron un «enorme problema».

La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) fue la tercera intervención que llevó a cabo el Banco de España durante la crisis financiera, en julio de 2011, y a finales de aquel año se adjudicó al Banco Sabadell.

Por otra parte, el exgobernador del Banco de España también consideró que la crisis financiera se podría haber atajado antes con una mayor inyección de recursos públicos en el proceso de reconversión de los bancos, que se dilató en exceso en el tiempo.

Además, advirtió de que en España todavía hay un riesgo «muy alto» de que se produzcan nuevas crisis bancarias, debido a que el incremento del capital que se exige a los bancos «ha sido mínimo», y abogó por elevar la aportación de los accionistas de los bancos con el fin de que los contribuyentes no paguen futuros rescates. «Nos quedaríamos todos mucho más tranquilos», advirtió.

Salida a Bolsa de Bankia

En cuanto a la salida a Bolsa de Bankia, defendió la actuación del Banco de España y dijo que la entidad supervisora no podía oponerse, porque según la ley sólo podía hacerlo si encontraba razones suficientes que no aconsejaran el «salto» al parqué y ése no era el caso en ese momento. Al respecto, apuntó que en 2011 era factible que la Caja aumentara su capital, al tiempo que aseveró que «hoy es un proyecto muy sólido», tras la inyección de capital recibida y el cambio de gestor. Volviendo al rescate, Ordóñez aseguró que de no haberse producido, los grandes bancos españoles hubieran sufrido mucho más.