La evolución al alza de los indicadores de hogares sin perceptores de ingresos contrasta con la reducción de la tasa de paro -que ahora se sitúa en el 16,2% en Alicante, dos puntos inferior a la de hace un año- y con el descenso, igualmente, de las familias en la que todos sus miembros estaban sin trabajo, que este año han bajado de las 59.000 del segundo trimestre a las 47.200 del tercero. Unos contrastes estadísticos complejos, pero que apuntan a que el mercado laboral alicantino todavía muestra debilidad, pese a la recuperación. Para CC OO, el desfase podría atribuirse al descenso del número de personas activas en la provincia, que se reduce en 1.600 en el tercer trimestre. Y también lo asocia con el aumento en 5.300 personas de la población que están inactivas, un «incremento en el número de ciudadanos sin empleo pero que estarían disponibles para trabajar», sostiene José María Ruiz Olmos (CC OO).