Las algo más de sesenta grandes empresas que han huido del «procés» soberanista de Cataluña, una auténtica amenaza para la economía de este territorio, generan una facturación conjunta algo superior a los 27.700 millones. De este volumen de negocio, gracias a las aportación de los dos grandes bancos -CaixaBank y Sabadell-, la Comunidad acapara la mayor cantidad con 11.007 millones, según un informe del gabinete de estudios del Centro de Predicción Económica (Ceprede) y de la Cámara de Comercio de Madrid.

Una treintena de mercantiles catalanas han trasladado su domicilio social a la Comunidad; entre estas dos de los grandes bancos españoles presididos por Jordi Gual y Josep Oliu; así como Idilia Foods (la fabricante de conocidas marcas alimentarias como Cola Cao y Nocilla), la firma de transporte de paquetería MRW, el banco belga de inversión Degroof o las filiales de negocios hospitalarios de Divina Pastora, entre otras. En volumen de negocio, las siete grandes compañías asentadas en la autonomía superan incluso a las que han decidido instalarse en Madrid (como Gas Natural, Abertis, Cepsa, Zurich o Torraspapel, entre otras) y que representan el 39% del volumen de ventas totales de las empresas que forman parte de dicha diáspora, frente al 40% que aglutinan las instaladas en la Comunidad.

El informe presentado por Cepredes y la mencionada institución cameral también revela que las 62 mayores empresas que han trasladado su sede de suponen en torno al 5,8% (unos 11.500 millones del Producto Interior Bruto (PIB) catalán y un 1% del total de España. Madrid, la Comunitdad y el País Vasco son los territorios más beneficiados por los traslados. En la actualidad, todavía existen una veintena de grandes compañías en Cataluña con unas ventas algo superiores a los 1.000 millones y unas 350 con un volumen de negocio de entre 100 y 999 millones que también podrían decidir en los próximos días el cambio de domicilio social y fiscal. Según el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, José Luis López Belmonte, el impacto en la economía por la fugas de empresas «será enorme», sobre todo en Madrid. A pesar de la fuga de empresas de Cataluña la confianza económica de España subió en octubre a máximos desde hace dos años. Se ha situado en 110,2 puntos desde los 109,9 del mes anterior, lo que representa la mejor lectura del dato desde diciembre de 2015, según Eurostat. En octubre únicamente bajó la confianza de los consumidores y del comercio minorista; mientras que mejoró el dato de la construcción, la industria y los servicios.