La mejora económica de la Comunidad Valenciana no está yendo acompañada de una recuperación del empleo de la misma intensidad. De acuerdo con las previsiones de BBVA Research, la autonomía recuperará el próximo año el nivel de PIB que tenía antes de la crisis -tras encadenar cinco años consecutivos con incrementos significativos de la actividad- pero seguirá con una tasa de paro del 14,4%, cinco puntos más que en el inicio de 2008. Una situación que, a juicio de estos expertos, supone en estos momentos el mayor reto que tiene la economía por delante y que solo se solucionará si se consigue crear más empleo pero también de más calidad, para lo que instan a fomentar la economía digital.

Así lo apuntaron ayer el responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, Rafael Doménech, y el director territorial de la entidad, Alberto Charo, en la presentación del último informe Situación Comunitat Valenciana, en el que también se pone de manifiesto la aceleración que ha sufrido la economía en el primer semestre de este ejercicio. Así, el gabinete de estudios del «banco azul» calcula que la autonomía cerrará este año con un vigoroso crecimiento del 3,2% -cuando en su informe del año pasado apostaba por un 2,2%-, y pronostica una suave desaceleración para 2018, cuando el PIB aumentará un 2,7%, en ambos casos una décima menos que la media nacional.

Una mejora que atribuye al aumento del consumo privado, que se ha visto beneficiado de la mejora de la confianza -una vez superada la incertidumbre por la falta de Gobierno- y por el aumento de la disponibilidad de crédito y los bajos tipos de interés. También han contribuido la buena marcha de las exportaciones y, sobre todo, del turismo, además de un aumento de la inversión residencial. En este sentido, el organismo señala que la actividad está creciendo más en el «sur de la Comunidad» -es decir, en Alicante- debido a su mayor volumen de visitantes internacionales. En cualquier caso, este crecimiento será suficiente para que la autonomía recupere a lo largo del próximo año el PIB que tenía antes de la crisis, tanto en cifras absolutas como el volumen per cápita.

Por su parte, BBVA estima que en el bienio 2017-2018 se crearán 120.000 puestos de trabajo, una cantidad muy significativa pero que dejará la tasa de paro todavía en el 14,4% a finales del próximo año, lo que supone cinco puntos más que al inicio de 2008. Además, el informe pone de relieve las distintas situaciones que conviven en la autonomía, donde, por ejemplo, en el área estadística que forman Elche, Santa Pola, Sant Joan, San Vicente y Mutxamel ya se habría alcanzado un nivel de afiliación a la Seguridad Social -que no empleo en términos EPA- similar al anterior a la crisis, mientras en Castellón y otras zonas de Alicante y Valencia siguen muy retrasadas.

Pero, además, el estudio destaca la elevada tasa de temporalidad que se registra, que se sitúa en el 28%, 1,5 puntos más que la media nacional. «Un reto de primera magnitud, que dificulta la mejora de la calidad del empleo y del capital humano», señalan los autores. El documento insta a tomar medidas encaminadas a acabar con la precariedad y también a rebajar el volumen de desempleo, especialmente entre los jóvenes. Para ello considera clave adoptar cuanto antes las nuevas tecnologías y fomentar la economía digital, al tiempo que aboga por incentivar el crecimiento de las empresas.