Expertos, políticos y empresarios coincidieron ayer en la necesidad de fomentar la innovación empresarial -para elevar la productividad- y de complementar las industrias tradicionales alicantinas con la potenciación de nuevos sectores emergentes como la mejor fórmula para que la provincia deje atrás definitivamente la recesión y se corrijan los importantes desequilibrios generados durante estos años, en los que el aumento de la desigualdad y el empobrecimiento de amplias capas de la población han sido la nota más destacada.

Así se puso de manifiesto durante el acto en el que INFORMACIÓN y el Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Alicante dieron a conocer el dosier Crisis y recuperación de la economía alicantina, el más completo repaso que se ha hecho hasta la fecha sobre la evolución de la provincia en estos últimos diez años y que el diario entrega hoy a sus lectores junto con la edición impresa del mismo. Un evento que se desarrolló en la Estación Marítima de Dénia con la colaboración de Baleària, Hidraqua, la Conselleria de Economía Sostenible y la Generalitat, y que contó con la presencia de más de 150 invitados, entre los que destacaron, por parte de la administración, el jefe del Consell, Ximo Puig, que fue el encargado de clausurar el acto; los consellers Rafael Climent y Vicent Soler; el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt; o el de Xàbia, José Chulvi, entre otros.

Además, también estuvieron presentes los responsables de las principales organizaciones empresariales provinciales y autonómicas, como el presidente de Coepa, Francisco Gómez; el de la Cámara, Juan Riera; el de Cepyme, Cristóbal Navarro; el de Fempa, Guillermo Moreno; el de Hosbec, Toni Mayor; o el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, Salvador Navarro; además de los máximos dirigentes de UGT en l'Alacantí, Yaissel Sánchez; y en la Comunidad, Ismael Sáez. También acudieron a la cita representantes de entidades financieras, como el presidente de Caja Rural Central, Manuel Ruiz, además de empresarios particulares y una amplia delegación de la UA, encabezada por su rector, Manuel Palomar.

El director general de Contenidos de INFORMACIÓN, Juan Ramón Gil, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y de explicar la gestación de esta iniciativa, que surgió cuando el Instituto de Economía Internacional quiso hacer un «planteamiento de responsabilidad», según recalcó, y poner a disposición de todo el mundo su «conocimiento» y su «capacidad de análisis» para explicar lo ocurrido en la provincia desde el estallido de la crisis, y pidió la colaboración del diario para darlo a conocer. «Estamos muy orgullosos de ser el vehículo de transmisión de esta obra, que va a ser una referencia», señaló Juan Ramón Gil.

Un problema de productividad

Durante su intervención, el propio presidente de la Generalitat se encargó de destacar la oportunidad de un informe como el que ayer se presentó ya que, según dijo, es importante saber «qué pudo fallar» para que se produjera la crisis y alabó la «vocación de servicio público» del instituto universitario e INFORMACIÓN al realizar este diagnóstico. También hizo un llamamiento a «no dejarse atrapar por la parálisis» y a adoptar las medidas necesarias para forzar un cambio de rumbo económico. «No podemos esperar a la próxima crisis para forzar cambios que hay que abordar ya», recalcó.

Al respecto, Puig aseguró que el «gran problema» de la economía de la provincia y de la Comunidad Valenciana, como también señala el dosier, es la falta de «productividad» -lo que aboca a menores salarios y a una mayor desigualdad social- por lo que abogó por mejorar la eficiencia de las empresas mediante una mayor inversión en nuevas tecnologías y en innovación. De hecho, según el president, la innovación debe convertirse «en el gran factor de crecimiento» si de verdad se quiere cambiar el modelo productivo hacia uno más sostenible y prolongado en el tiempo.

En esta línea, puso como ejemplo el caso de Finlandia, que gracias a su apuesta por el I+D pudo superar, en primer lugar, la recesión que sufrió tras la caída de sus exportaciones por el hundimiento de la URSS y, en segundo lugar, la crisis que provocó la debacle de Nokia. En este sentido, Puig recordó los esfuerzos que se realizan desde la Generalitat por desarrollar los sectores relacionados con las nuevas tecnologías en Alicante, con la futura transformación de la Ciudad de la Luz en un distrito para el fomento de la economía digital, o la implantación en este misma ciudad de la Agencia Valenciana de la Innovación. Dos proyectos que, según dijo, pueden convertir al municipio en una «verdadera capital de la innovación».

Previamente a la intervención del presidente de la Generalitat, el director del Instituto de Economía Internacional de la UA y coordinador del estudio, Antonio Escudero, ya había destacado la baja productividad de los sectores que forman parte del tejido de la provincia como una de sus principales debilidades. Un problema que calificó de «estructural» por su especialización en actividades con un uso intensivo de la mano de obra y con poco valor añadido.

Por eso, durante el extenso repaso que realizó sobre los contenidos del dosier, también abogó por impulsar la «Economía del Conocimiento», destinando más recursos «públicos y privados» a la innovación y las nuevas tecnologías o la mejora del capital humano. Un cambio que debe ir acompañado, también, de un mejor aprovechamiento de ese mismo capital humano -para evitar que los universitarios deban emplearse en trabajos con una cualificación inferior a la suya o emigrar para desarrollar su profesión-, además de otras reformas en el mercado laboral para acabar con la precariedad o de un pacto para favorecer la subida de los salarios. Unas recomendaciones que se incluyen en el dosier, que ha querido ir más allá del simple análisis de la situación e incluir también propuestas para mejorar la economía provincial.

En el acto de presentación también intervinieron el conseller de Economía, Rafael Climent, que destacó la apuesta de la Generalitat por la reindustrialización, como parte del cambio de modelo productivo que propugna el ejecutivo autonómico; el presidente de Baleària, Adolfo Utor, que reivindicó el tren de la costa y otras infraestructuras para la comarca de la Marina Alta, y el director general de Hidraqua, Francisco Bartual, que recordó que la gestión del agua también es un factor de primer nivel en el desarrollo económico de la provincia.