El presidente de la Generalitat Ximo Puig, conversó ayer, al término de la presentación del informe, con representantes de los sectores empresariales, académicos y sociales que acudieron al acto en Dénia. Una de estas charlas la mantuvo con Antonio Mayor, presidente de la patronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca, entidad que ha mostrado su más rotundo rechazo a la aplicación de una tasa turística, al igual que el empresariado de la Comunidad, que la pasada semana firmó un manifiesto con veinte razones para expresar su oposición.

La futura implantación deriva de una resolución que recientemente se aprobó en las Cortes Valencianas con los votos de Podemos -que planteó la propuesta- y Compromís, la abstención del PSPV y el voto contrario del PP.

Ayer, tras la presentación del dosier, el jefe del Consell insistió en declaraciones a los medios que el término «tasa turística no es adecuado. De lo que se está hablando es de un impuesto sobre el alojamiento». Además, Puig considera que este asunto debe ser «en todo caso, un debate abierto en el que nosotros queremos que todo el mundo que tiene algo que decir lo diga, y que, finalmente, lleguemos a un acuerdo». Esto no es tasa sí o tasa no», resaltó. Para el jefe del Consell, es un debate «legítimo que se ha planteado en el Parlamento (valenciano) como en otros de España». E insistió en que este diálogo debe plantearse desde «el rigor y la realidad. Y ver de qué manera puede servir, si finalmente se implantara, para mejorar nuestros productos y destinos turísticos».

Además, el presidente de la Generalitat cree que este diálogo debe producirse «en el ámbito local, porque en la Comunidad tenemos muchos espacios turísticos diferentes».

Corredor Mediterráneo

Por otra parte, en la presentación del dosier, el jefe del Consell intervino después del presidente de Baleària, Adolfo Utor, quien reclamó la mejora de infraestructuras en la Marina Alta -incidió en la necesidad del «tren de la costa» y de las dotaciones al puerto de Dénia-, al valorarlas como elementos de cohesión territorial en la provincia. En su respuesta, Puig también consideró infraestructuras «clave» para el desarrollo económico de Alicante y la Comunidad los «puertos y el Corredor Mediterráneo». Un proyecto este último que, aseguró, no sólo es importante para la Comunidad y para España, «sino que, también será uno de los grandes ejes europeos». En el caso de los puertos, el presidente subrayó que la Generalitat está estudiando «fórmulas de reencuentro de los puertos con las ciudades y también está trabajando para dotarlos de mayor autonomía, sea de quien sea la titularidad».

El problema de la infrafinanciación que sufre la Comunidad por parte del Estado fue otro de los aspectos que destacó Puig en su discurso. «La economía valenciana está en un momento de salida de la crisis, pero falla el motor público. Está gripado» -reconoció-, porque la deuda de 44.000 millones que tiene la Generalitat no nos permite hacer todas las inversiones necesarias». De ahí que insistiera en la «reforma del sistema de financiación autonómica» y de la asunción por el Estado de parte de la deuda «provocada por la infrafinanciación».

Subida de salarios

En un auditorio repleto de representantes empresariales, el jefe del Consell también advirtió de que para consolidar la recuperación deben «sumar otras políticas», como las destinadas a la activación del empleo «la recuperación salarial o la reducción de las desigualdades». Puig aludió a que «los países más avanzados del mundo son aquellos con una mayor cohesión social». Para la Generalitat, en el escenario actual una prioridad es «intentar superar el fracaso que es el paro», aunque, asimismo, indicó que desde el cambio de Gobierno en la Comunidad, se han creado 60.000 empleos en Alicante. No obstante, reconoció que no sólo es atribuible al cambio de Gobierno.