Los habitantes de la Comunidad Valenciana gastan 116 euros al mes en llenar la nevera, con un total anual de 1.391 euros, lo que supone 60 euros más que el año pasado. Y eso que compran menos productos. Así lo reflejan los datos publicados en el último informe sobre hábitos de consumo elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La cesta de la compra supuso para los valencianos un desembolso de 1.391 euros al año, una cifra que se sitúa por debajo de la media nacional, que alcanza los 1.528 euros. El hecho de que los valencianos cuenten con salarios y pensiones inferiores a la media española limita las posibilidades de desembolso en productos tan básicos como la alimentación.
Tan es así que con la llegada de la crisis económica las familias ajustaron su presupuesto al máximo. El informe refleja que, en la actualidad, los hogares valencianos están dispuestos a pagar más por los alimentos y bebidas para el abastecimiento doméstico que hace un año, aunque esto no implique comprar más volumen ni llenar la nevera hasta los topes.
Y eso que la Comunidad Valenciana se sitúa entre las regiones con más hogares con «mucha dificultad» para llegar a fin de mes, según datos de 2016. Así lo reflejan los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del pasado año.
Ese análisis indica que, en 2016, un 43,3% de los hogares de la Comunidad no tenían suficiente capacidad para afrontar gastos imprevistos, el 44,2% no podían permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, y el 10% pagaba las facturas con retraso. Pero, aun así, las familias tenían (y tienen) que llenar la nevera. Si en 2016 los ingresos medios anuales netos de los valencianos se situaban en 9.265 euros por persona, un total de 1.391 euros se destinaron íntegramente a la cesta de la compra.
Ahora bien, para los 860.907 valencianos que viven con menos de 667,6 euros mensuales y para los 396.847 que se ven obligados a vivir con ingresos inferiores a 332 euros mensuales por unidad de consumo, llenar la nevera se ha convertido casi en una misión imposible.
Sin azúcar ni alcohol
El informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre los hábitos de consumo en el hogar refleja una evolución diferente según los productos alimentarios. Así, aquellos alimentos con componentes de azúcar o alcohol son los que más descienden en el consumo, mientras que aquellos que carecen de estos componentes (galletas dietéticas o infusiones) tiene una evolución positiva.
Eso sí, los platos preparados están cada vez más presentes en neveras y despensas, robándole sitio a los productos frescos. De hecho, en 2013 los valencianos gastaban 50 euros al año en platos preparados.
En 2016 apenas hay diferencia en el gasto, aunque ahora son 3.000 toneladas más al año lo que se compra listo para comer. Con las patatas y hortalizas frescas ocurre justo lo contrario. En apenas tres años los valencianos han pasado a consumir 8.000 toneladas menos de estos productos, aunque, a pesar de la reducción significativa, los productos frescos todavía constituyen una parte muy importante de la alimentación en los hogares.
Los preferidos
Pero ¿qué consumieron los valencianos el año pasado?, ¿qué productos prefieren? El top ten del gasto alimentario en la Comunidad Valenciana lo ocupa el consumo de carne, derivados lácteos, pescado, fruta, hortalizas, pan, queso, bollería, platos preparados y leche.
