La fase de recuperación que está viviendo la economía española y alicantina ha reducido la cifra de parados y aumentado el número de ocupados. Pero en el otro lado de la balanza, también se encuentra el importante crecimiento de la población inactiva. Aquellos que por razones de edad se jubilan o pasan a percibir una pensión, los que tampoco pueden trabajar al tener certificada una incapacidad permanente, los estudiantes o los que se dedican a las tareas del hogar, los «amos de casa», incluyendo a los dos géneros.
En el último año, la provincia ha sumado 29.100 inactivos (4,78% más), sobre todo por el incremento de los que han pasado a la situación de jubilación o de los que han vuelto a dedicarse a atender el hogar familiar, después de que durante la crisis se vieran obligados, sobre todo las mujeres, a trabajar fuera de casa para aportar ingresos a la economía doméstica, muy deteriorada por los efectos del paro. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre del año, Alicante cuenta con 283.000 jubilados -la EPA también incluye en este epígrafe a los prejubilados-, que suponen 15.400 más que un año antes y 146.900 personas que contestan en la Encuesta que se dedican a los trabajos domésticos, 6.300 más que hace doce meses.
Son dos aumentos significativos interanuales que, en el caso del número de jubilados, «representa una llamada de atención sobre el progresivo envejecimiento de nuestra población, ya que también desciende el numero total de activos (ocupados y parados) en 22.100 en el último año, aunque en el segundo trimestre se registre una recuperación en 1.400», advierte Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina.
Por su parte, CC OO incide en que, aunque haya más ocupados, la reducción del número de desempleados es mayor, «lo que se explica por el crecimiento de la población inactiva», según José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación del sindicato en l'Alacantí-Les Marines. En este sentido, el representante sindical advierte de que en muchos casos hay personas «que no cumplen los requisitos para considerarse paradas, por lo que se cuentan como inactivas, aunque estén disponibles para trabajar. Son "falsas inactivas", ya que en realidad muchas de ellas deberían considerarse paradas», añade.
La radiografía de la evolución de los alicantinos que pasan a la situación de jubilación revela una sustancial diferencia entre géneros. El total de 177.600 hombres retirados de la vida laboral que tenía la provincia en el segundo trimestre representaban 18.100 más un año antes, mientras que las 105.400 mujeres jubiladas significaban un descenso de 2.700. Sin embargo, en el avance de la población inactiva, en general, las mujeres configuran el grueso, «con un 67,7% del total. Es decir, dos de cada tres nuevas personas inactivas en el último año han sido mujeres», advierte Ruiz Olmos.
Pero donde la brecha se hace más acusada es entre las personas que declaran en la EPA que se dedican a las tareas del hogar. De los 146.900 alicantinos que se encuentran en esta situación, 10.600 son hombres y 136.300 mujeres. «Y es que son estas las que, habitualmente, realizan estos trabajos en la casa, como la limpieza, la cocina, así como el cuidado de dependientes», advierte Yaissel Sánchez. Además, mientras que ha bajado el número de hombres (-10.900) que hacen estas tareas en relación al segundo trimestre de 2016, ha aumentado el de mujeres (17.200).
La representante sindical atribuye esta abultada diferencia a que «algunas que han estado como empleadas domésticas en otros domicilios declaran ahora no estar disponibles para trabajar porque pueden hacerlo en el hogar, ya que lo han hecho durante años para otros. Muchas se encuentran en edades cercanas a la jubilación y optan por quedarse a hacer las tareas de casa por las dolencias que sufren derivadas del esfuerzo realizado durante su vida laboral, entre otras razones». Este análisis coincide -incide la dirigente de UGT- con el descenso registrado entre las mujeres que han estado inscritas como empleadas del hogar dentro de la población activa. «Si en el segundo trimestre de 2016 había 87.000, ahora hay 75.600»,explica.
Asimismo, influye el hecho de que muchas de las que antes se dedicaban a ser «amas de casa» tuvieron que incorporarse al mercado laboral durante la crisis para aumentar los ingresos familiares. Y ahora, con la reactivación, han vuelto a dedicarse al hogar. De hecho, la evolución por géneros que muestra esta situación de inactividad en el último año en la provincia evidencia cómo ahora hay menos hombres que se dedican a las tareas de casa, muy probablemente, porque han encontrado un empleo, mientras que ha aumentado el número de mujeres. De los 21.500 hombres que en el segundo trimestre de 2016 declaraban estar en esta situación se ha pasado a los 10.600 actuales. Por contra, el número de 119.100 mujeres ha aumentado hasta las 136.300. Los sindicatos urgen «políticas públicas para reincorporar a la mujer al mercado laboral, entre otros de los colectivos afectados por la crisis».
