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Ante la reactivación inmobiliaria

Solvia acelera la expansión de su red de oficinas

La filial del Sabadell ya tiene siete delegaciones físicas en la provincia y prevé duplicar esa cifra para finales del próximo año para aprovechar el auge de la compraventa de viviendas entre particulares

La nueva Solvia Store que acaba de abrir en Santa Pola. antonio amorós

Solvia ha decidido dar un nuevo empujón a la red de oficinas físicas que empezó a gestar hace un par de años con el objetivo de competir de tú a tú con las grandes franquicias del sector, como Tecnocasa o Remax, y beneficiarse de la recuperación del mercado inmobiliario. Y es que, si durante los últimos años han sido las inmobiliarias de los bancos las que han acaparado la mayor parte de las transacciones para deshacerse de los pisos que embargaban, ahora la estabilización de los precios y la mejora económica ha devuelto el protagonismo a la compraventa de viviendas entre particulares y la filial del Sabadell también quiere su parte.

De esta forma, lo que empezó siendo una prueba piloto en una pequeña oficina frente al Postiguet, en la avenida de Juan Bautista Lafora de Alicante, ha resultado ser el germen de una red que actualmente ya cuenta con 48 oficinas en todo el país -entre propias y franquiciadas- y que la compañía quiere aumentar en más de 210 para el año 2019.

En el caso de la provincia, la inmobiliaria dispone en la actualidad de siete delegaciones, tras la incorporación la semana pasada de dos nuevas oficinas en Santa Pola y Orihuela, y las previsiones apuntan a la apertura de otras tres antes de final de año. Para el cierre del próximo ejercicio el objetivo es que la cifra de agencias abiertas en Alicante alcance una cifra próxima a la quincena, lo que supondrá duplicar la cifra actual, según las estimaciones del director territorial de Solvia en la Comunidad Valenciana y Murcia, Alfredo López.

«Después de todos estos años tenemos una base de clientes muy importante y empezamos a darnos cuenta de que algunos nos demandaban cierto tipo de producto que ya no teníamos, que había que buscar, y la mejor forma de hacerlo es con oficinas a pie de calle», señala López. O, dicho de otra forma, que las delegaciones físicas siguen siendo muy importantes a la hora de captar el negocio de los particulares que quieren desprenderse de sus viviendas, por más que las inmobiliarias online también tengan un éxito notable. La prueba es que las oficinas de la territorial ya han captado más de un millar de viviendas en el tiempo en que llevan en funcionamiento.

Además, en el caso de Solvia la red física también está contribuyendo en la venta de la cartera que ya tenía Solvia -la propia, que heredó en gran parte de la CAM, y la que gestiona para la Sareb- ya que gran parte de las gestiones se derivan hacia ellas. Así, en municipios como Elche, Alicante o El Campello el 70% de las ventas a minoristas ya se canalizan a través de estas oficinas.

Los vendedores

En cuanto al perfil de los particulares que se acercan hasta Solvia para vender sus viviendas, según explica el ejecutivo, uno de los casos más recurrentes es el de un grupo de familiares o una persona que ha heredado un piso que no necesita y del que quiere desprenderse. Algo que durante mucho tiempo ha sido bastante complicado, ante la parálisis que vivía el mercado, pero que ahora ya es posible ante la recuperación de la demanda.

El segundo tipo de vendedor más habitual corresponde a aquel que ya tiene una casa pero que quiere mejorar y necesita vender la primera para tener el dinero suficiente. «Era un tipo de clientes que antes no podíamos atender, porque no vendíamos pisos de particulares, pero ahora sí», explica Alfredo López. En suma, esta renovada apuesta por las oficinas físicas responde al deseo de Solvia de convertirse en un «servicer» global, es decir, de abarcar todos los ámbitos del negocio y dejar de ser únicamente una inmobiliaria que vende producto bancario.

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