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Una añada con muchos matices

La sequía y el calor adelantan la vendimia en toda la provincia. Los productores prevén una merma de la cosecha, que algunos estiman en un 20%

Una añada con muchos matices

«La uva ha sufrido mucho» debido a la sequía que viene sufriendo la provincia. Una circunstancia que, junto a las últimas olas de calor, han determinado un adelanto de la recolección de la uva. «Es una vendimia excepcionalmente temprana», destacaban desde la denominación de origen Vinos de Alicante. El Consejo Regulador confirmaba que, de hecho, «las bodegas de las comarcas vinícolas de la provincia están abiertas, desde La Marina a los Vinalopós, aunque no todas las variedades».

Normalmente, a excepción de las más tempranas, sería iniciado el mes de septiembre cuando comenzase de lleno la vendimia. Aun así, la excepcionalidad de esta campaña hace que en estos primeros momentos la recogida y la entrada de la uva a bodega no sea constante en una misma jornada, sino que se planifiquen dependiendo de la evolución diaria de las viñas.

La pasada temporada se recogieron 32 millones de kilos de uva. Pero en la actual, el «estrés hídrico» hace prever un descenso de la cosecha. Desde el Consejo apuntan a que hasta finales de septiembre, «que es un mes impredecible» en la meterología y cuando se recoge la uva monastrell, no se sabrá el alcance real del descenso. Aunque desde algunas bodegas ya estiman una caída del 20% por los efectos que ha tenido la sequía en la viña.

Un indicador de que la vendimia ha comenzado en la provincia son las cuadrillas de vendimiadores que se vislumbran a lo lejos cuando uno pasa por la carretera cerca de las fincas. De acuerdo con la estimación de la organización agraria Asaja, se prevé que el número de trabajadores supere los 3.000 en el conjunto del periodo y entre las distintas áreas del proceso que supone la vendimia y la elaboración de los caldos.

El «estrés hídrico» que han sufrido las uvas añade complejidad a esta campaña. «Va a ser difícil, pero bonita porque nos va a permitir hacer unos vinos que pueden ser de los mejores de los últimos años», aseguraba Gaspar Tomás, director de las bodegas Bocopa, con sede en Petrer. El calor y la sequía «han deshidratado la uva y se ha tenido que adelantar la recogida, pero la que está en su trayectoria va a permitir una añada de buena calidad», añadía Gaspar Tomás.

Y, precisamente, el factor que añade la sequía impulsa a los viticultores y enólogos a reforzar sus recursos porque supone una mayor complejidad «a la hora de captar elementos como los taninos, los aromas, los polifenoles...» de cara a la elaboración, ya que son los que determinan las características de cada caldo.

Bocopa ya está recolectando moscatel en la zona de La Marina. «Y en el interior, el chardonnay ya está en fermento, y se están recogiendo el resto de blancas, como el macabeo...», explicaba el director de las bodegas. Y en tintos, también se están vendimiando la merlot o syrah. Para la uva monastrell -buque insignia de la viticultura alicantina- aún quedan unas dos semanas, «pero también se ha adelantado», añadía.

La excepcionalidad de esta campaña ha hecho que «la maduración de la moscatel del Vinalopó se haya anticipado en relación a la de La Marina por el calor», destacaban en la denominación de origen de vinos de Alicante, que tiene adscritas 39 bodegas, de las que 13 son cooperativas.

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