Las preguntas lanzadas a José Forner por el abogado de Armado Sala a propósito de un correo aportado por quien fuera secretario del consejo con indicaciones para incorporar al acta de las polémicas dietas, pero fechado un día después de que fuera aprobada, dispararon la tensión en la sala hasta el punto de que el letrado de Forner aconsejó a su cliente no seguir respondiéndole. Después, en la calle, se intentaron limar asperezas.