El número de desempleados ha bajado de los cuatro millones por primera vez desde 2008, impulsado por el crecimiento de la ocupación que alcanzó con 18,8 millones de empleos una cifra no vista desde hace ocho años. La Encuesta de Población Activa (EPA), que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), refleja que 340.700 personas salieron de las listas del paro durante el segundo trimestre del año, hasta reducir a 3,9 millones el número de desempleados. De esta forma, la tasa de paro se recortó un punto y medio y se situó en el 17,22%, retrocediendo así a datos de hace casi nueve años.

La ocupación, por su parte, aumentó en 375.000 personas, gracias, en parte, a la incorporación al mercado laboral de 34.300 personas y totalizar 22.727.600 personas activas. En términos interanuales, el desempleo disminuyó en 660.400 personas en el último año, pero el empleo se incrementó sólo en 512.300 personas, debido a que la población activa se redujo en 148.000 personas.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, consideró estos datos «muy positivos» y añadió que, desde el punto de vista personal, le provocan «satisfacción», teniendo en cuenta la situación que reflejaban hace cinco años. A su juicio, estas cifras contrastan con los datos de 2012, cuando el desempleo aumentaba a un ritmo de 800.000 personas y había «una profunda recesión, la segunda de la crisis».

No obstante, los sindicatos UGT y CC OO llamaron la atención ante la temporalidad, baja calidad y bajos salarios del empleo creado y añadieron que están relacionados con la estacionalidad, la precariedad laboral y la pérdida de población activa que también se ha registrado en este último trimestre.

La patronal, por su parte, valoró la «tendencia positiva» de estos datos, pero pidió medidas que apoyen a la empresa en la recuperación y adecuar los costes laborales para evitar cargas que obstaculicen la creación de empleo.