Calidad Pascual cerró 2016 con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 72,9 millones de euros y da por concluida la etapa de ajustes y desinversiones de la compañía para retornar a un crecimiento rentable y sostenible, según se desprende de su Informe de Creación de Valor Compartido 2016.

En concreto, la firma consiguió que el 10,88% de las ventas fuese Ebitda, lo que supone cinco puntos básicos más que el ejercicio anterior. Unos resultados que permiten a la compañía afrontar un nuevo ciclo de crecimiento sostenible y rentable de la mano del nuevo equipo directivo liderado por el consejero delegado y director general ejecutivo, José Luis Saiz.

La compañía arandina registró una facturación el pasado año de 662 millones de euros, un 4% inferior a 2015. Sin embargo, los resultados del primer semestre de 2017 arrojan ya un crecimiento de las ventas del grupo del 3,8% respecto al mismo periodo del año anterior.

Calidad Pascual intensificó durante el pasado ejercicio su proceso de reducción de deuda, que en el conjunto de la corporación se aminoró un 4,6%, hasta los 208 millones de euros.

De esta manera, la firma avanza en el proceso de estabilidad financiera iniciado con la rúbrica del préstamo sindicado en 2013, fecha desde la cual ha reducido en 125 millones su deuda, incrementando su fortaleza financiera y con una mejora sensible del apalancamiento operativo. Además, rubricó el pasado año un nuevo acuerdo de financiación que permitirá acometer nuevas inversiones y proyectos en condiciones muy favorables.

Por otro lado, en 2016 también concluyó una de las recientes líneas estratégicas de la compañía, marcada por la búsqueda de alianzas con terceros en activos no estratégicos, con el fin de optimizar el negocio y contribuir de manera positiva a los resultados de Pascual. Así sucedió, por ejemplo, con las desinversiones de los últimos tiempos de las plantas de Palma del Río (Córdoba), Los Barrancos (León) o Camporrobles (Valencia).

Saiz ha reconocido que la compañía arandina viene de "años duros", pero considera que Calidad Pascual ha "salido fortalecida" de esta situación. "Nos situamos en una posición óptima para retomar el crecimiento, como apuntan los resultados del primer semestre de 2017", ha avanzado.

"Pascual ha resistido en un clima económico totalmente desfavorable que ha transformado las reglas del juego, un escenario al que muchos no han podido adaptarse y nos encontramos ahora preparados para el crecimiento", ha subrayado el consejero delegado y director general ejecutivo.

Genera un impacto económico de 1.400 millones

En su conjunto, la actividad económica directa, indirecta e inducida en torno a Calidad Pascual representó un impacto socioeconómico de 1.400 millones de euros y generó más de 14.000 puestos de trabajo. "Queremos crecer de manera sostenible y rentable, creando valor compartido para nuestros grupos de interés: consumidores, clientes, empleados, proveedores, ciudadanos y accionistas", ha indicado el presidente, Tomás Pascual, que aboga por ser "reconocida como una empresa familiar y global, referente social y líder en alimentación de calidad".

De esta forma, Calidad Pascual encara el futuro con diferentes retos como un empleo responsable, por lo que ha apuesta por la entrada de perfiles diversos y por la fidelización de sus empleados en el marco de un entorno innovador, así como a nivel ambiental favorecer la movilidad y distribución sostenible.Inversión de 2,4 millones en innovación

La innovación ha sido una de las señas de identidad de la compañía a lo largo del pasado año, a la que destinó 2,4 millones de euros para poner en marcha proyectos como Esteve E DiaBalance E-Commerce; y productos como ColaCao Shake, Leche Pascual Sin Lactosa en botella, Leche Pascual Desnatada 0% o Bifrutas Zero.

Por otro lado, Calidad Pascual se ha marcado como objetivo para los próximos cuatro años "situarse a la vanguardia de la innovación y ganarse la admiración" de los consumidores con productos de la mejor calidad, haciendo al mismo tiempo de la compañía un excelente lugar para trabajar, creciendo de forma sostenible y rentable.

Ante estas metas, en 2016 el grupo ha apostado por la trasformación digital y la innovación disruptiva, basada en la transformación continua, apoyándose también en el talento que se encuentra fuera de la compañía. Así, en 2016 se ponía en marcha la primera edición de Pascual Startup y se firmaban alianzas con socios estratégicos como Borges o la Zaragozana.

En esta línea, destacan los objetivos de internacionalización de la firma, manteniendo dos líneas de desarrollo, la exportación de productos elaborados por un lado, y la política de alianzas con otros grupos en países considerados estratégicos por otro.

"Ahora es el momento de mirar hacia adelante. Por ello, el 2017 debe ser el de la consolidación de estos proyectos, tiempo de innovar con más audacia que nunca, de rodearnos del talento más diverso dentro y fuera de la compañía, y de entender a nuestros grupos de interés, con el consumidor y el cliente a la cabeza, como verdaderos decisores de nuestra estrategia", ha indicado el presidente de la firma, Tomás Pascual.