De «irrelevante y accidental» calificó ayer Antonio Garrigós, defensor del exdirector de Recursos de la CAM Vicente Soriano, la actuación de su cliente en unos hechos por los que el fiscal le pide 10 meses de prisión y la Fundación CAM, más de cuatro. Soriano está inmerso en este proceso a raiz de conocerse la existencia de tres correos que el fiscal interpreta que revelan amaños para incrementar las retribuciones al cuadro directivo de la caja, por lo que está acusado en calidad de cómplice.

«Mi cliente ha estado en este juicio más como espectador que como acusado», apuntó Garrigós al tribunal como prueba de escasa participación de Soriano en los hechos que se juzgan. El letrado explicó que las retribuciones se fijaban en distintos órganos de la caja y que el director no tenía ninguna capacidad de decisión hasta el punto de que carecía de voto, «únicamente informaba», dijo.

Para el defensor, la acusación está basada en «meras conjeturas e interpretaciones subjetivas», por lo que no entendería que pudieran dar lugar a una condena.

Garrigós llamó la atención sobre el hecho de que se acuse a su cliente y ni siquiera hayan sido citados los miembros de la comisión de retribuciones. «O estamos todos o no está nadie», espetó.