Los negocios de automoción que regentaba Miguel López, el yerno de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala y principal sospechoso de la muerte de la mujer, ya son prácticamente historia. La sociedad formada por los cuatro hijos de María del Carmen Martínez se ha deshecho de la mayor parte de las sedes que tenía repartidas por todo el país la rent a car Solmar y el destino que correrá Novocar, en cuyo lavadero fue tiroteada la víctima, será el mismo no tardando mucho.
Las sociedades son propiedad de la familia Sala aunque Miguel López, administrador hasta marzo (cuando tras su detención e ingreso en prisión durante 39 días fue relevado en el cargo de administrador por el hasta ese momento director), posee también una acción que le cedió su mujer.
La ruptura de las conversaciones para alcanzar un acuerdo global por el que el primogénito de los Sala pretendía separarse empresarialmente de sus tres hermanas y del presunto asesino de su madre provocó que no se firmaran los avales necesarios para conseguir la flota de vehículos con la que Solmar tenía previsto arrancar la temporada. Una circunstancia que abocó a la mercantil al cese del negocio y, como consecuencia, a su venta. En cuanto a Novocar, aunque la instalación continúa abierta, la actividad desde el asesinato de la matriarca de los Sala, ocurrido el pasado 9 de diciembre, es casi testimonial y sus días, por tanto, están contados.
Queda Alicante
Con el apoyo de las tres hermanas Sala Martínez (Mar, Antonia y Fuensanta), que tienen la mayoría, y la abstención del primogénito (Vicente), en las últimas semanas se ha procedido a un «cese ordenado de la actividad» de la rent a car «atendiendo todos los compromisos de la empresa tanto con los empleados como con los clientes», según fuentes conocedoras de estas operaciones.
De momento ya se ha traspasado el negocio y se han subrogado los contratos laborales respetando las condiciones de los trabajadores en las sedes de Santiago de Compostela, Bilbao y Girona (que ha adquirido la mercantil Trivalia) y las de Valencia y San Javier (con las que se ha hecho OK Rent a car). En negociaciones se encuentra la de Barcelona situándose el mayor escollo en las bases de Alicante, Dénia, Xàbia y Moraira, donde las profusión de mercantiles de este sector en la zona está dificultando su venta.
En el caso de Alicante, la sociedad patrimonial de la familia Sala (Compañía Española de Resinas) ha vendido los terrenos donde se encontraban las instalaciones (junto al aeropuerto) pero no se ha podido traspasar el negocio y el futuro más próximo de los trabajadores de Solmar en la provincia pasa por un Ere. Aún así, las fuentes antes citadas cifraron en un 60% el porcentaje de la plantilla (compuesta por 90 personas) para las que se ha conseguido mantener los puestos de trabajo.
Aunque en 2015 Solmar registró unas pérdidas de 784.573 euros y un patrimonio negativo de cerca de medio millón, el negocio parecía ir remontando vuelo y en 2016 la rent a car cerró con unos beneficios de 980.000 euros. Las previsiones para este año eran mejores: unos 52.000 contratos que hubieran reportado cerca de millón y medio de ganancias.
Sin acercarse
Con la venta de Solmar y el cierre de Novocar se extingue la relación de los Sala con el sector de la automoción en el que expresidente de la CAM logró ser un referente con los concesionarios de Porsche, Honda y Mazda. El juez que investiga el crimen de su viuda ordenó que Miguel López no se acercara a Novocar para evitar que pueda influir en los testigos del proceso, trabajadores de este establecimiento y subordinados suyos. En la actualidad es su cuñado Gustavo Betoret, casado con una de sus hermanas, quien figura como administrador único después de que así se decidiera por mayoría en una junta de socios en la que Vicente Sala Martínez se abstuvo.
