Lo ha dicho en público en varias ocasiones y la verdad es que cuesta de creer en un socio del Athletic que acude a San Mamés en cuanto la ocasión lo permite, pero José Ignacio Goirigolzarri suele asegurar que su segundo equipo es el València S.A.D. Sea así. Lo cierto es que, cuando llegó a Bankia, una de las patatas calientes más difíciles de coger con la mano fue precisamente el histórico club de fútbol, seriamente endeudado con la entidad financiera a través de su cofundadora Bancaja. Como asegura el propio presidente del banco, él mismo estuvo muy directamente implicado en aquella compleja operación, cerrada finalmente con la venta de la entidad deportiva a la Meriton de Peter Lim. Visto de forma más crematística, que el València tenga éxitos es bueno para la sociedad valenciana y para la propia Bankia, que tiene en esta autonomía su zona de negocio más importante tras Madrid y cuya sede social se encuentra en la capital del Turia.

Goirigolzarri admite que no tenía un vínculo especial con la Comunidad Valenciana antes de asumir la presidencia de Bankia. Había venido con frecuencia en los largos años en que fue alto directivo del BBVA, pero el «descubrimiento» se produjo a partir de 2012. En su primera visita comprobó «que la gente estaba muy decepcionada y que Bankia se encontraba muy alejada de la sociedad valenciana».

Así que se impuso como una obligación conocerla. Cinco años más tarde asegura que «le ha cogido cariño» y, sobre todo, que «ahora tengo muchos amigos». Empresarios valencianos que tienen trato regular con él lo ratifican: «Viene más a menudo de lo que parece, tiene a su gente muy implicada en defender el negocio valenciano y las empresas lo notamos», afirma uno de los consultados, que recuerda cómo Goirigolzarri ha participado en actos reivindicativos del corredor mediterráneo y ha asociado a Bankia a la patronal autonómica CEV y a la Fundación Conexus, que trata de unir lazos entre la Comunidad Valenciana y Madrid.