La respuesta estaba clara casi desde el primer día pero fue ayer cuando el comité ejecutivo de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) oficializó su rotunda negativa a aceptar la propuesta planteada por la alicantina Coepa para incorporarse a esta organización y reconocerla como la nueva patronal autonómica tras la desaparición de Cierval, que se encuentra en pleno proceso de liquidación. Una oferta que pasaba por que los alicantinos pagaran cien vocalías en la asamblea de la confederación valenciana para conseguir una representación acorde al peso poblacional y económico de la provincia en la Comunidad -lo que supondría un desembolso de 130.000 euros anuales- y, a cambio, ésta asumiera sus gastos ordinarios y los compromisos de su plan de viabilidad.

Sin embargo, por unanimidad y tras estudiar los informes jurídicos que había encargado su presidente, Salvador Navarro, los patronos valencianos concluyeron ayer que aceptar las condiciones exigidas por los alicantinos podría considerarse una «negligente actuación empresarial» y decidieron desestimarla, «tal y como ha sido formulada».

Al respecto, el comité de la CEV señaló que la propuesta de Coepa «no se ajusta a los principios básicos de asociación y funcionamiento» con los que quiere que se rija la organización empresarial, tras su transformación en patronal autonómica el pasado mes de marzo. Pero, sobre todo, destacan que aceptar el trato que planteó Francisco Gómez hace casi un mes supondría la asunción de su plan de viabilidad «así como de otras obligaciones económicas y deudas que, de ser asumidas por la CEV, podrían derivar en responsabilidades en este momento difíciles de prever».

Sin sorpresas

En otras palabras, que los empresarios valencianos no sólo se niegan a asumir los compromisos de pago que Coepa tiene con sus extrabajadores y el Fogasa, sino que temen que si aceptan la oferta de los alicantinos también puedan acabar pagando la subvenciones que el Servef reclama a la patronal alicantina o cualquier otra deuda que pueda aflorar. Desde Coepa negaron ayer que esto pudiera llegar a ocurrir ya que, según apuntaron, el acuerdo se ceñiría a los pagos del plan de viabilidad y se articularía mediante un contrato privado, por lo que ambas organizaciones mantendrían su personalidad jurídica y debería asumir sus propias responsabilidades. Recordaron, además, que su propuesta suponía en la práctica trasladar a la autonómica la mayor parte de sus ingresos por cuotas, por lo que consideran que hubiera sido lógico que éstas asumiera sus gastos.

Sea como sea, desde la CEV mostraron su disposición a «continuar con las conversaciones», siempre que se respeten «los principios básicos de funcionamiento de la organización autonómica».

Eso sí, mientras tanto sigue incorporando a nuevos asociados de la provincia. Tras la entrada de Fempa hace unas semanas, ayer se aprobó la adhesión a la CEV de la patronal del calzado Avecal, de los hoteleros de Benidorm (Hosbec) y de la naviera Baleària.