La recuperación del mercado inmobiliario está permitiendo que las entidades aceleren la limpieza del ladrillo que inundó sus balances durante la crisis y la Sareb no es una excepción. El conocido como «banco malo», al que se segregaron los activos problemáticos de las entidades nacionalizadas, parece haber pisado el acelerador y en el último año ha logrado duplicar su volumen de ventas en la provincia.

En concreto, según la información facilitada por la sociedad presidida por Jaime Echegoyen, durante 2016 la Sareb logró desprenderse de un total de 600 activos de todo tipo en Alicante frente a los 330 del año anterior. Un incremento que la propia compañía atribuye a la mejora del sector pero también al esfuerzo de comercialización realizado, con hasta nueve campañas específicas para dar visibilidad a sus productos, como la que ofrece las viviendas que tiene en venta en la costa.

Además, también hay que tener en cuenta que se trata del primer ejercicio completo con todos sus «servicers» -las empresas a las que ha encargado la venta de sus activos, es decir, Solvia, Altamira Asset Management, Haya Real Estate y Servihabitat- a pleno rendimiento, tras haber concluido la migración de sus activos.

Del total de las ventas en la provincia, casi 500 corresponden a activos residenciales, lo que incluye viviendas, garajes y anejos, una cifra también muy superior a las 300 registradas en 2015.

Sin embargo, en términos relativos son las ventas de suelo las que más suben, ya que se multiplican prácticamente por siete de un ejercicio a otro. En concreto, pasan de 12 a 80 operaciones, lo que da una idea del renovado interés de los promotores por adquirir terrenos en la provincia para poner en marcha nuevos proyectos, ante el incremento de la demanda. Una buena noticia para la Sareb, que acumula una importante cantidad de solares en cartera que, hasta ahora, resultaban casi imposibles de colocar. Buena parte de los clientes que apuestan por estos activos son los nuevos operadores que han surgido en el sector, la mayoría impulsados por grandes fondos de inversión internacional.

Entre las operaciones de suelo más destacadas se encuentra la venta de una parcela de casi 48.000 metros cuadrados en Finestrat para 180 chalets, otra de casi 11.000 metros en Dénia para 34 viviendas; u otra de 2.000 metros cuadrados en la Vía Parque de Alicante. También se han cerrado varios traspasos de solares en Xàbia, Alcoy o Calp, según fuentes de la compañía.

Obras paradas

Otra de las campañas que empieza a dar sus frutos es la que Sareb puso en marcha para dar salida a las promociones inacabadas que tuvo que asumir en su balance. El año pasado logró desprenderse de tres de estas obras paradas en Onda, Orihuela y en la Playa de San Juan de Alicante. Esta última era una promoción de 91 viviendas a escasos 600 metros de la playa que se encontraban en un grado de ejecución del 25%. Por último, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria también ha vendido ocho locales comerciales y tres naves industriales.

Al cierre del año pasado, la compañía acumulaba 5.500 activos inmobiliarios de todo tipo en Alicante, valorados en unos 420 millones de euros. Esto supone el 27% de los que tiene en la Comunidad Valenciana, donde acumula 20.500 inmuebles. La Sareb también tiene en balance numerosos créditos, como los de Urbanika, la empresas que creó Enrique Ortiz para desarrollar el Plan Rabasa. También sigue pendiente de los tribunales para adjudicarse definitivamente el edificio In Tempo de Benidorm.