El sector náutico de la provincia retoma el rumbo y comienza a navegar a mayor velocidad, después de haber tenido que plegar velas, en muchos casos, por el impacto de la larga y profunda crisis, que ha afectado a todas las actividades económicas. Las 111 matriculaciones de embarcaciones de recreo registradas en los distintos puertos deportivos de Alicante en el primer cuatrimestre de este año suponen 15 más que en el mismo periodo de 2016. Un crecimiento del 15,63% impulsado, sobre todo, por los barcos destinados al alquiler, un mercado en el que la provincia tiene un destacado peso a nivel nacional, representando el 15,57%, según datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anen).
«La curva hacia abajo que se inició durante la recesión se está remontando desde hace dos años, aunque aún no podemos echar las campanas al vuelo, porque todavía no se llega a los niveles de antes de la crisis», asegura el gerente de la Asociación de Clubs Náuticos de la Comunidad y del Club de Calp, Jordi Carrasco.
El sector provincial ya registró el pasado año un crecimiento de matriculaciones del 12,70%, según datos de Anen. Y, aunque las 111 de este primer cuatrimestre sólo sean 15 más que en los cuatro primeros meses de 2016, pueden suponer no sólo un punto de inflexión para mantener la tendencia al alza, sino que también posicionan a la provincia entre las de mayor volumen de matriculaciones.
Con peso en el sector
De hecho, sólo están por delante Baleares, con 225, y Barcelona, con 190. Los datos de las otras dos provincias de la Comunidad se encuentran muy alejados. Valencia registró en el mismo periodo 52 barcos y Castellón, 14. Unas cifras que hablan de la relevancia del sector provincial en el conjunto autonómico, que, además, se refuerza con la del número de amares. Alicante cuenta con más de 13.000 y en la Comunidad hay más de 23.300, según datos de la Asociación de Clubs Náuticos de la Comunidad Valenciana.
Entre las nuevas inscripciones se encuentran todo tipo de embarcaciones, grandes, pequeñas o motos acuáticas. Pero si hay una modalidad en la que destaca Alicante es en los barcos destinados al alquiler (charter), ya que suponen el 59,4% de las 111 totales. Y registran, además, un aumento del 24,5% en relación al primer cuatrimestre del pasado año.
Ya en 2016 se confirmó esta tendencia al alza que, en realidad, surge de los nuevos hábitos de consumo a que ha obligado la crisis. «Ahora, muchas personas, en vez de ser propietarios de un barco optan por el alquiler durante un periodo de sus vacaciones, una semana, o incluso en estancias de fines de semana, para un día para recorrer la costa», explica Jordi Carrasco.
Y, precisamente, este cambio de hábitos es el que está impulsando el mercado del alquiler de embarcaciones y permitiendo hacer olvidar al sector náutico los peores momentos de la crisis. Un momento de parón «que ha ido en paralelo al ajuste del sector inmobiliario», añadía Carrasco. Los múltiples carteles de venta que en los momentos más duros de la recesión se colgaban en los barcos atracados en los puertos deportivos o se han reducido o se han cambiado por los del alquiler. «Además, ahora los precios se han ajustado más y el mercado es más dinámico», añadía el gerente de la Asociación de Clubs Náuticos de la Comunidad.
La ocupación «tiene que subir»
La otra alternativa que está permitiendo al sector enderezar el rumbo es el mercado de segunda mano. No obstante, pese a que todos estos factores sean como vientos a favor de la navegación de la actividad, el indicador más importante es el de la ocupación de los puertos, que «tiene que subir más». Los clubs todavía no registran los niveles de antes de la crisis, pese a que ha aumentado un 10%, según Carrasco.
